ETAPA-1 "PASSO FALZAREGO-REFUGIO NUVOLAU"

Después de visitar por primera vez las montañas de los Dolomitas en 2020, tras el duro confinamiento por la pandemia del COVID19, quedaron muchas ganas de volver y seguir recorriendo los senderos de este singular enclave, declarado por la UNESCO patrimonio de la Humanidad.

En esta ocasión partimos desde un punto muy próximo al de la otra ocasión en Cortina d´Ampezzo, más concretamente en el passo Falzarego, para en un corto trayecto de a penas 6km ascender algo más de 1.000m de desnivel hasta el refugio Nuvolau, encaramado en lo más alto del pico del mismo nombre a 2.575m de altitud.

En la ascensión iremos alternando tramos de camino carretero con otros de senderillos que discurren por bosques de abetos que crecen sobre praderas cubiertas de flores, y que en más de una ocasión nos detuvieron para hacer fotos y regocijarnos con estampas dignas para el recuerdo.

Las vistas de las montañas circundantes son impresionantes, ya que podemos contemplar todos los macizos que rodean a la ciudad de Cortina d´Ampezzo, entre los que destacan Le Tofane, Cristallo, Sorapis, y agujas entorno al monte Cernera.

A mitad de ascensión llegamos al primer hito importante de la jornada, pues nos encontramos con las Cinque Torri, un grupo de rocas de diferentes tamaños que se alzan sobre el refugio del mismo nombre, en el que descansamos para comer algo y tomar las primeras cervezas del día. Detrás del refugio, se encuentra un museo al aire libre sobre la Primera Guerra Mundial, y que por motivos de programación no visitamos, pues la prioridad era llegar a los refugios en los que íbamos a pernoctar.

Dejamos atrás el refugio Cinque Torri, y proseguimos la ascensión, esta vez por un camino amplio por el que circulan vehículos, pues sirven de acceso a los tres refugios que nos vamos a encontrar en esta zona tan concurrida y de variada oferta montañera, con varias posibilidades de ferratas, BTT, y rutas de senderismo. A la derecha se queda el refugio Scoaittoli, que no visitamos, para poco más adelante encontrar el refugio Averau, a los pies de otra gran torre del mismo nombre. En este refugio se va a quedar parte del grupo, pues no había posibilidad de alojarnos a todos en el refugio Nuvolau que se encuentra al final de la ruta.

Tras el refugio hacia el suroeste, se abre un gran valle flanqueado por otros macizos calcáreos tan imponentes como la Civetta y la Marmolada, de tan triste recuerdo, pues solo unos días antes fue noticia, el desprendimiento de parte del glaciar que se llevó por delante la vida de once personas.

Después de dejar a parte del grupo en el refugio Averau, los demás continuamos la ascensión que se prolongará 160m más arriba, hasta alcanzar la cima del monte Novalau (2.575m) y el refugio que en ella se ubica. Este pequeño refugio muy montañero, y ubicado en lo más alto de una céntrica atalaya en el corazón de los Dolomitas, ofrece vistas impresionantes de todas las montañas de su entorno.

Al atardecer, el paisaje que se teñía de colores hicieron inolvidables los momentos vividos, solo superables por la tenue luz de la luna llena que esa noche nos dejaban seguir contemplando el brillo de las blancas cimas dolomíticas.

Panorama norte desde la ascensión al monte Nuvolau, con los picos Averau y Tofane como cimas más destacadas.

Panorama sur desde la ascensión al monte Nuvolau, con los picos Civetta y Marmolada como cimas más destacadas.