ETAPA 1ª MPE REFUGIO PINETA-ASTAZUS-REFUGIO ESPUGUETTES

El sendero por el fondo del valle de Pineta discurre paralelo al río bajo la sombra de los hayedos. Una vez llegamos al final del valle la ascensión comienza con una fuerte subida que se prolongará durante unos 900m hasta llegar al Balcón de Pineta. Antes habremos pasado por un camino en zizzag que en su último tramo es vertiginoso aunque con paciencia y resignación se supera sin dificultad, con la alegría añadida de que al llegar al final las vistas del valle y del circo del Balcón de Pineta son espectaculares. Sin duda es un lugar para detenerse largo tiempo para descansar y disfrutar del paisaje.

Posteriormente avanzaremos hacia el lago represado de Marboré donde nuevamente pararemos para contemplar las vistas del lago, de los Astazus que queremos ascender y de la brecha de Tucarroya con su refugio encajado en ella. El camino hacia los picos se nos hizo largo, pero al llegar al collado de Astazu, nuevamente las vistas del circo de Gavarnie y los tresmiles del macizo del Monte Perdido, nos detendrán durante un buen rato .

Al principio la ascensión al pico Astazu Occidental o Pequeño Astazu, no presenta ninguna dificulta, pero al llegar a la cuerda, estrecha en algunos puntos, pone a prueba nuestro sentido del vértigo, pues los desniveles a ambos lados son considerables. Superado este primer pico, el llegar al segundo Gran Astazu u Oriental, tampoco está exento de dificultad por lo aéreo de la cuerda. Buscaremos los mejores pasos, pues todo está muy pateado y con múltiples alternativas abiertas y que poder escoger.

En el regreso, pudimos descubrir una pequeña faja próxima al Pequeño Astazu que no vimos en la ida y que está colgada por la cara norte. Nos sorprendió gratamente pues a pesar de lo aéreo del tramo, lo hicimos con facilidad, no sin quedar impresionados.

Ahora descendemos nuevamente hasta el lago Marboré por otro camino más o menos amojonado justo a los pies de los Astazus, pero ante la abundancia de neveros próximos a la brecha de Tucarroya y lo expuesto a posibles caídas al lago, decidimos dirigirnos hacia la presa del lago para bordearlo entero y luego ascender la brecha.

En el refugio de Tucarroya, ya totalmente ocupado a esa hora, nos paramos otro rato para descansar y ver las vistas. Ahora toca descender por la vertiente francesa una pendiente muy acentuada por un camino de grava suelta que nos retiene durante un buen rato, pues hay que tener mucho cuidado de no caer y resbalar por lo suelto del terreno. La niebla nos impidió ver las vistas del circo de Estaubé, así que avanzamos rápido hacia le Hourquette d´Alans, que con el cansancio acumulado se nos hizo pesadísimo y una vez más interminable. Como la niebla se mantenía no pudimos ver paisajes, ni tampoco el cercano refugio de Espuguettes, por lo que la sensación de eternidad se acrecentaba. El descenso se hace por un sendero en pendiente cómoda hasta llegar al moderno refugio de Espuguettes, en las proximidades de un lago y bajo los cortados verticales de los Astazus, en cuyas cimas habíamos estado esa misma tarde.

Velle de Pineta en la ascensión hacia el balcón de Pineta.

Llegando al Balcón de Pineta.

Caminando por la cuerda entre los Astazus Occidental y Oriental

En la cima de los Astazus, con un idílico fondo de alta montaña.