TREKKING DE LOS DOLOMITAS, ALTA VÍA Nº1 "NUVOLAU-PIAN DE FONTANA-LA PISSA"

Dos años hacía que visité los Dolomitas por primera vez de la mano de Sierra & Sol, y cuando Teresa me propuso volver nuevamente para hacer la Alta Vía 1 no lo dudé, pues la inolvidable experiencia anterior, invitaba a repetir caminatas por los espectaculares paisajes dolomíticos, que por algo están incluidos dentro del catálogo “Patrimonio de la humanidad” de Italia.

El trekking dividido en seis etapas, permite recorrer de forma cómoda para cualquier senderista con experiencia en alta montaña, más de 90km en tramos comprendidos entre 6 y 23 km, y desniveles de hasta 900m máximo, siempre inmersos en un paisaje sin igual que solamente podremos encontrar en esta sección de los Alpes Italianos y que brevemente describo a continuación:

En la 1ª etapa que es la más corta, ascendemos al refugio Novolau que se posa sobre lo más alto de la montaña del mismo nombre, y que nos descubre un impresionante paisaje que abarca la casi totalidad de los Dolomitas, donde a última hora del día pudimos disfrutar de un inolvidable atardecer así como de la espectacular luna llena que iluminaba el cielo y la silueta de las montañas de nuestro entorno.

En la 2ª etapa, descendemos hasta el passo Giau, punto de partida de numerosas rutas de montaña y de sorprendentes vistas de las torres y agujas que pueblan las crestas de los macizos calcáreos, cuyas espaldas guardaban una maravillosa sorpresa, pues las praderas a los pies del monte Mondeval, el lago delle Baste y la silueta piramidal de monte Pelmo, constituyen una de las estampas más idílicas de nuestro trekking. Y para finalizar la jornada, que bien sentaron las cervezas en el refugio Aquileia.

La 3ª etapa no es muy larga, pero si intensa en vivencias y sensaciones, pues nos llevará hasta el refugio Coldai, antesala de macizo Civetta. Aquí hay excursiones alternativas, aunque en mi caso las hice todas, ascendiendo hasta el monte Coldai con varios tramos de trepada fácil aunque muy expuesta, y descenso hasta el lago Coldai donde a los pies de las verticales paredes de la Civetta nos dimos un merecido baño en sus solitarias aguas. Después de la cena, la tarde que se presentaba tormentosa, nos retaba tras el chaparrón a cazar con nuestras cámaras los rayos que a lo lejos surcaban el cielo.

Con la 4ª etapa, la más larga, pasamos el ecuador del trekking caminando bajo el canchal del macizo de la Civetta, y tras virar en la torre Venezia descubrimos un gran circo coronado por pináculos que se yergen sobre nuestras cabezas, en uno de los rincones más sobrecogedores de los Dolomitas y donde se encuentra el refugio Vazzoler, de parada obligatoria para extasiarse con la belleza de este lugar. Para poder llegar al refugio San Sebastiano en el passo Durán, es necesario cruzar transversalmente el macizo de la Civetta, primero ganando altura bajo imponentes montañas, y luego perdiéndola pasando por el refugio Bruto Carestiato donde el cansancio nos detuvo para reponer nuestras menguadas energías con unas cervezas, acompañadas de una pataticas que al menos a mi, me supieron a gloria bendita.

La 5ª etapa es otra de las más largas, en la que caminando por bosques de abetos y hayas llegamos a un gran circo coronado por el pico Tamer Grande, y en que el sol dejaba colar algunos de sus rayos, como si de una aparición divina estuviera a punto de producirse. Cambiamos de valle en dos ocasiones y culminamos la ascensión con una pequeña cresta, en las proximidades de la cima del monte Talvena. Pero el descenso hasta el refugio Pian de Fontana, no estaría exento de emoción al transitar según anunciaban los carteles, por un “sentieri per excursinisti experti”, debido al vertiginoso descenso que habíamos de acometer. Los ejercicios de estiramiento dirigidos por Teresa pusieron punto final a la jornada.

La 6ª etapa y última, se nos presentaba como fácil por ser corta y en descenso, pero no lo fue. Aunque comenzamos descendiendo, pronto se inició un ascenso inesperado culminando en la forcella Lavaretta, en la que cambiamos de valle y ahora si, descendemos a paso ligero deteniéndonos brevemente en el refugio Furio Bianchet para comprar los billetes del bus que nos llevaría hasta Belluno y a cuya parada debíamos llegar a la hora prevista, como así ocurrió para regocijo de todos porque hasta nos sobró tiempo.

La llegada a Belluno a primera hora de la tarde, nos permitió acomodarnos en el hotel y compartir en la misma mesa, comida y por la noche la cena, para celebrar la culminación con éxito de todos los participantes, del reto que para algunos suponía realizar por primera vez, una travesía de estas características, demostrando que los problemas y dificultades personales, se pueden vencer con espíritu de superación si uno se lo propone.

Agradecimientos a Sierra&Sol guiados por Teresa y Jaime, así como al resto de los compañeros con los que compartimos esta fantástica travesía por la Alta Vía 1 de los Dolomitas.