DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
La Semana Santa del año 2.013 se presentaba lluviosa, pero a pesar de las inciertas predicciones meteorológicas, un grupo de montañeros de Sevilla decidimos arriesgarnos y desplazarnos hasta Castril, donde asentaríamos nuestra base de operaciones para realizar entre otras, esta fantástica ruta montañera que un par de semanas antes, el amigo Amador de los Alpargateros, me había recomendado.
Nos desplazamos desde Castril hasta el puerto de Tiscar donde un poco antes de llegar a su punto más alto, veremos a la derecha un camino, lugar donde podremos aparcar el vehículo para desde allí comenzar la ruta.
Poco después de haber comenzado a andar por un camino carretero, llegaremos a un mirador desde el cual podemos contemplar la cuerda del Rayal con los tres picos que hemos de coronar.
Seguiremos nuestra marcha por el mencionado camino, trochando en algún momento pegados a un vallado metálico que nos protege de caer al abismo, hasta que llegamos a una cancela que corta el paso a los vehículos. La atravesamos y comenzamos así el empinado ascenso al primero de los picos, el Picón del Rayal (1.834m) que supondrá salvar unos 700m de desnivel de un tirón. Aunque el cielo estaba cubierto con nubes altas, pronto comenzaron a aparecer las primeras nieblas que nos impedían la visión del sorprendente paisaje de los alrededores. A pesar de ello, cuando llegamos a la cima las nieblas desaparecieron temporalmente y pudimos contemplar las ansiadas vistas sobre la cuerda del Rayal, que se presentaba ante nosotros como un reto a superar, pues la caída vertical que ofrecían por su cara oeste eran realmente impresionantes.
Tras descansar, reponer fuerzas, hacer fotos y deleitarnos visualmente continuamos la marcha descendiendo el pico, hasta situarnos sobre la cuerda por la que iremos caminando pegados normalmente a su derecha, evitando la exposición a las caídas verticales del otro lado, pues la humedad de la roca caliza, el fuerte viento que en algunos momentos soplaba y la niebla que volvía a reaparecer, hacían que extremásemos las precauciones para evitar cualquier tipo de percance que nos estropeara el disfrute de un lugar como este.
A mitad de la cuerda se encuentra el segundo pico, el Picón del Guante (1.931m) que es algo más alto que el anterior y que sorprende por la forma piramidal. Como el viento era demasiado fuerte y la niebla espesa nos impedía ver a poca distancia, decidimos no coronarlo para ganar tiempo, pues las inclemencias meteorológicas nos habían retrasado en la marcha. No obstante se ha incluido en el track la vía de ascenso, aunque nosotros en nuestro camino, pasamos unos 20m más abajo de lo que indica el track.
Poco después llegamos a un punto donde se pierde altura, denominado en los mapas de La Alpina como Navilla Alta y Baja. En este lugar, la providencia divina, la suerte o llámesele como quiera, nos despejó la niebla y nos abrió los cielos que lucieron soleados para permitirnos unas vistas maravillosas de buena parte del camino que habíamos dejado atrás y que no pudimos contemplar, así como el sendero que habíamos de recorrer todavía, tanto por la parte alta de la cuerda, como por la parte baja del pinar. Continuamos la ruta descendiendo ahora entre pinos salgareños y los neveros que todavía quedan en la empinada cara norte de la cresta, para volver a subir progresivamente hasta la última de las cimas, el Aguilón del Loco (1.956m) punto más alto de nuestro recorrido. La niebla esta vez más espesa que nunca nos impide ver las vistas, por lo que hacemos la foto en el vértice geodésico y bajamos rápidamente por la ladera oeste que tiene gran pendiente, con cuidado de no resbalar sobre la húmeda roca caliza, hasta llegar al pinar que a partir de este momento nos acompañará hasta el final de la ruta. Dejamos así la crestería que continua hacia el norte, ahora con el nombre de Los Agrios y que de seguirla nos llevaría hasta el nacimiento del río Grande de Andalucía, el Guadalquivir. Viramos hacia el suroeste y pronto encontraremos un camino forestal en desuso y en no muy buen estado, pero que nos facilita la progresión con facilidad, que nada tiene que ver con la lentitud y la dificultad que suponía andar por la cresta. Vamos perdiendo altura y enlazamos con otros caminos forestales, pero estos cada vez se encuentran más cuidados y carentes de los neveros residuales que todavía se conservan en las zonas umbrías.
Casi al final de nuestro recorrido y bajo las paredes verticales del Picón del Rayal, las nieblas despejan la cima del primero de los picos que culminamos por la mañana, dejándonos contemplar por unos minutos la grandiosidad de estas montañas que durante buena parte del día han estado ocultas por las nubes y que por última vez vamos a poder disfrutar visualmente.
Llegamos a nuestro vehículo muy cansados, pues la ruta en su discurrir por la crestería carece de sendero y el continuo sortear piedras y arbustos nos han dejado agotados por el esfuerzo realizado. Solo nos queda coger el coche y volver por las serpenteantes carreteras de montaña hasta el camping El cortijillo en el corazón del Parque Natural Sierra de Castril, donde nos hospedamos en estos días y donde al día siguiente nos espera otra magnífica ruta montañera, el ascenso al pico Empanadas.
Álbum de Google Fotos (ver en presentación de diapositivas)
Aquí tienes el track de la ruta: "CUERDA DEL RAYAL - LOS AGRIOS"
PANORAMAS (Clic sobre las imágenes para ampliarlas)