LAVADEROS DE LA REINA

Aunque este día tenía previsto realizar una ruta totalmente diferente, la desacertada previsión meteorológica que se tornó en la presencia de nubes en forma de espesa niebla envolviendo las cumbres de Sierra Nevada, me hicieron replantear la ruta a realizar. Nada de subir a lo más alto y si mantenerse en las cotas más bajas, motivo por el que solamente anduve en los Lavaderos de la Reina, quedando pendiente para más adelante la realización de la malograda ascensión al Cerro Pelao. Aunque me fuí solo, porque nadie de Sevilla me acompañó, a pesar de haberse publicado en varios foros muy montañeros, tuve la suerte de encontrarme con Manuel Martínez de Málaga, que al coincidir en el refugio de Piedra Partida, hicimos toda esta ruta juntos.

Para llegar a la cadena que nos encontramos en el camino que sube hasta el refugio de Peña Partida, hay que recorrer un tramo de aproximadamente 11km por una carretera asfaltada y estrecha que una vez atravesamos el río Maitena y superadas las primeras rampas de ascensión por la loma, se convertirá en un camino de tierra que en algunos puntos puede resultar algo incómodo para los vehículos tipo turismo, pero con cuidado se pueden superar sin más dificultad.

En la cadena, que da acceso al parque nacional de Sierra Nevada, se puede estacionar en una explanada y desde aquí a pié, comenzaremos una ascensión en suave pendiente por un senderillo, aunque también podemos hacerlo por un camino, pero creo que esta opción es mejor dejarla para los vehículos que tienen permiso para transitar por allí.

Después de una hora caminando, nos encontraremos a nuestra izquierda el vértice geodésico de Papeles como principal hito de nuestro caminar por la loma de Maitena, que en los días sin niebla, nos brinda unas excelentes vistas de la cara norte de Sierra Nevada con sus tresmiles cubiertos de blanco, aunque la meteorología de ese día nos privó de disfrutar de las vistas. Poco más adelante del vértice geodésico alcanzaremos el camino que dejamos de lado en la cadena y que en todo momento ha ido paralelo a nuestro sendero, para así acceder al refugio de Peña Partida. Este ha sido restaurado y mejorado considerablemente respecto de la última vez que estuve allí. Ahora ofrece un vestíbulo de entrada para depositar mochilas y contigua una sala comedor con banco corrido y una gran mesa central . También existe un dormitorio con doble nivel de literas, donde pueden caber unas diez personas.

Haciendo algunas fotos del refugio, vi llegar a un montañero que ese día en solitario hacía ruta por allí, charlamos un rato y como yo no iba a poder subir a la cuerda de la sierra, decidí unirme a el y hacer conjuntamente la ruta hasta los Lavaderos de la Reina, que Manuel ya conocía.

Aunque la niebla al principio dejaba ver muy poco, una vez que entramos en el circo esta se aclaraba por momentos dejando ver lo que había en las cotas más bajas. Todo estaba cubierto por una espesa capa de nieve, aunque el deshielo ya había comenzado y los torrentes que dan origen el río Maitena, ya habían dejado el agua líquida a la imtemperie para poder disfrutar de las cascadas que hacen de este lugar uno de los más interesantes para los montañeros en la segunda mitad

de la primavera.

Subimos hasta la parte más alta, donde el agua ya corría y fuimos descendiendo hasta encontrarnos con la primera cascada importante que apenas se abría paso entre la espesa capa de nieve. También encontramos una ingente masa de gente que subía aguas arriba y que en su mayoría procedían del refugio de Postero Alto a través del sendero Sulayr. En nuestro recorrido de descenso llegaremos a un tramo de pequeñas cascadas que se suceden una tras otra, encontrando en su mitad una de mayor altura. Luego se vuelven a suceder más pequeñas cascadas hasta llegar a la última y más alta de todas, donde ya desaparecía la nieve y nace la acequia de Papeles. Allí existe una zona de praderas o borreguiles donde una gran cantidad de excursionistas se concentraba para comer, descansar y contemplar el paisaje que las nubes, ahora más altas permitían contemplar.

Desde una cota tan baja y para evitar tener que subir y retomar el mismo camino para el retorno, Manuel y yo decidimos hacer la vuelta siguiendo la acequia de Papeles. Esta acequia al principio esta a la intemperie, pero después de aproximadamente 1km se ha soterrado al conducir el agua por una tubería que se asienta en el lecho de la antigua acequia que el tío Papeles construyo en solitario el siglo pasado y que actualmente conduce el agua hasta Güejar Sierra.

El recorrido por aquí es algo más largo, porque la acequia ha de adaptarse a la orografía de la cara norte de la loma de Maitena, pero ofrece vistas diferentes al camino de ida y nos evita tener que subir para poder volver, ya que nos permite acceder a la cadena donde se estacionaron los coches sin apenas cambiar de cota.