SENDA DE LOS CAZADORES-FAJA DE PELAY

Vista del camino de ida por la senda se los Cazadores y faja de Pelay (imagen obtenida de la página Ordesa.net)

Vista del camino de vuelta por el fondo del valle de Ordesa (imagen obtenida de la página Ordesa.net)

1º- La senda de los cazadores y la faja de Pelay son alguna de las rutas más conocidas del Parque Nacional de Ordesa. Si esta la enlazamos con el camino que se dirige a la cascada de la Cola de Caballo, en el fondo del valle y en el circo de Soaso podremos tener en un solo día una visión general de todo el valle de Ordesa, con impresionantes vistas panorámicas. Hemos conformado así una ruta circular con inicio y final en la pradera de Ordesa.

8º- La senda es muy aérea en buena parte de su trazado, que para el que padezca de vértigo la hará pasar rápido y sin mirar al fondo del valle, pero llega el momento en que uno se acostumbra y el miedo se supera fácilmente. En la foto ya se aprecia el fondo del valle con el circo de Soaso y las cimas más altas como el Cilindro y el Monte Perdido.

2º- La senda de los Cazadores parte hacia la ladera derecha del valle, desde la pradera de Ordesa, e inicia una vertiginosa ascensión salvando un desnivel de aproximadamente 600m entre los hayedos. La cuesta es interminable, muy dura y finaliza en un mirador, donde podremos descansar y disfrutar de las vistas que justifican el gran esfuerzo realizado para llegar a este punto.

9º- Otro detalle del fondo del Valle de Ordesa. La senda de la faja de Pelay está llegando a su fin y podemos ver el camino que discurre por el fondo del valle que nos llevará hasta la casca de la Cola de Caballo y nos servirá para regresar a nuestro punto de partida.

3º- Enfrente del mirador nos encontramos con el circo de Cotatuero y desde el, podremos divisar algunas de las cumbres de Parque Nacional de Ordesa.

10º-Abandonada la faja de Pelay ya estamos en el camino del valle y mirando atrás vemos la pared vertical que se haya sobre la faja de Pelay, por la cual caminamos antes.

4º- Aquí estamos los tres caminantes, de izquierda a derecha: Javier, Paco y un servidor, Antonio. Estuvimos un buen rato descansando, haciendo fotos y disfrutando de las vistas que el soleado día nos regalaron.

11º- Cascada Cola de Caballo y un servidor haciendo la foto de recuerdo.

5º- Desde el mirador hacemos un zoom con la cámara de fotos y podemos apreciar con más detalle las cumbres sobre el circo de Cotatuero. Podemos distinguir la cascada de Cotatuero, y de izquierda a derecha, la Falsa Brecha, Brecha de Rolando y el Casco de Marboré.

12º- En el camino de vuelta nos encontramos con las gradas de Soaso, que son una sucesión de rocas estratificadas por las cuales cae el agua del río.

6º- Iniciamos nuestro camino por la faja de Pelay, que discurre a media altura por la ladera casi vertical del valle. El desnivel es escaso, pues prácticamente discurre horizontal hasta el final en el circo de Soaso. Poco después de iniciar nuestra marcha ya podemos distinguir en el hueco que nos queda atrás del circo de Cotatuero, uno de los tresmiles más fáciles y visitados del parque, el Taillón, que lo vemos con sus colores anaranjados en el horizonte.

13º- Los bosques de hayas nos los encontraremos en muchos de los tramos del camino de regreso, alternados con los pinares y en diferentes puntos veremos algunas cascadas espectaculares. No hay tranquilidad porque muchos excursionistas hacen este camino fácil y amplio con pendiente en general suave y que la hacen apta para casi todos los caminantes.

7º- Nos encontraremos con algunos pequeños refugios por el camino, hechos con estructura metálica y en uno de ellos, había una pradera en la que paramos a comer, tomar el sol y servidor despojado de la camiseta me hice esta impresionante foto.

14º-La flora es muy variada pero siempre llama la atención la flor de edelweiss que encontraremos en las partes más altas de nuestro recorrido por el parque.

Pronto llegamos a la pradera de Ordesa, donde nos esperaba el último autobús que nos llevaría hasta Torla y que Javier tomó con alivio después de haberse despellejado uno de sus talones por el rozamiento con la bota.