Charles Bukowski

ellos, todos ellos, saben

Pregúntale a los pintores de veredas de París

Pregúntale al sol sobre un perro dormido

Pregúntale a los 3 chanchitos

Pregúntale al vendedor de diarios

Pregúntale a la música de Donizetti

Pregúntale al peluquero

Pregúntale al asesino

Pregúntale al hombre apoyado contra la pared

Pregúntale al predicador

Pregúntale al fabricante de botiquines

Pregúntale al carterista o al prestamista o al soplador de botellas o al vendedor de abono o

al dentista

Pregúntale al revolucionario

Pregúntale al hombre que lanzará la próxima bomba atómica

Pregúntale al hombre que cree ser Cristo

Pregúntale al pájaro que regresa a casa por la noche

Pregúntale a Tom el mirón

Pregúntale al hombre que muere de cáncer

Pregúntale al hombre que necesita un baño

Pregúntale al hombre con una sola pierna

Pregúntale al ciego

Pregúntale al tartamudo

Pregúntale al opiómano

Pregúntale al cirujano tembloroso

Pregúntale a las hojas secas bajo tus pies

Pregúntale a un violador o a un chofer de tranvías o a un viejo que saca la maleza de su jardín

Pregúntale a un chupasangre

Pregúntale a un entrenador de pulgas

Pregúntale al tragafuegos

Pregúntale al hombre más miserable que puedas encontrar en su más miserable momento

Pregúntale a un profesor de judo

Pregúntale a un domador de elefantes

Pregúntale a un leproso, a un condenado a cadena perpetua, a un asmático

Pregúntale a un profesor de historia

Pregúntale al hombre que nunca se limpia las uñas

Pregúntale a un payaso o pregúntale a la primera cara que veas a la luz del día

Pregúntale a tu padre

Pregúntale a tu hijo y a su hijo por nacer

Pregúntame a mi

Pregúntale a una lamparita quemada en una bolsa de papel

Pregúntale al tentado, al maldito, al tonto, al sabio, al esclavo

Pregúntale a los constructores de templos

Pregúntale a los hombres que nunca tuvieron zapatos

Pregúntale a Jesús

Pregúntale a la luna

Pregúntale a las sombras en el ropero

Pregúntale a la polilla, al monje, al loco

Pregúntale al hombre que dibuja historietas para The New Yorker

Pregúntale a un pez dorado

Pregúntale a un junco en el viento

Pregúntale al mapa de la India

Pregúntale a una cara amable

Pregúntale al hombre escondido debajo de tu cama

Pregúntale al hombre que más odies en este mundo

Pregúntale al hombre que se emborrachaba con Dylan Thomas

Pregúntale al hombre que le ponía los guantes a Jack Sharkey

Pregúntale al hombre de cara triste que toma cafe

Pregúntale al plomero

Pregúntale al hombre que sueña con avestruces cada noche

Pregúntale al boletero de un show de monstruosidades

Pregúntale al falsificador

Pregúntale al hombre que duerme en un callejón envuelto en papel de diario

Pregúntale a los conquistadores de naciones y planetas

Pregúntale al hombre que se cortó el dedo

Pregúntale a una marca de lápiz en la Biblia

Pregúntale a las gotas que caen de una canilla mientras suena el teléfono

Pregúntale al perjuro

Pregúntale a la pintura azul profundo

Pregúntale al paracaidista

Pregúntale al hombre que tiene dolor de panza

Pregúntale al ojo divino que nada tan liso

Pregúntale al muchacho de pantalones cortos en el colegio caro

Pregúntale al hombre que se resbaló en la bañera

Pregúntale al hombre masticado por el tiburón

Pregúntale al que me vendió dos guantes de la misma mano

Pregúntale a éstos y todos aquéllos de los que me olvido

Pregúntale al fuego, al fuego, al fuego

Pregúntale incluso a los mentirosos

Pregúntale a quien se te dé la gana en el momento que quieras el día que se te antoje llueva o nieve, mientras sales de un zaguán amarillo

Pregúntale a éste, pregúntale a aquél

Pregúntale al hombre que tiene una cagada de pájaro en el pelo

Pregúntale al torturador de animales

Pregúntale al hombre que vio muchas corridas de toros en España

Pregúntale a los dueños de Cadillacs nuevos

Pregúntale al famoso

Pregúntale al tímido

Pregúntale al albino y al hombre de estado

Pregúntale a los porteros y a los jugadores de pool

Pregúntale a los falsos

Pregúntale a los asesinos a sueldo

Pregúntale a los calvos y a los gordos y a los altos y a los bajos

Pregúntale a los tuertos, a los que cogen mucho y a los que no

Pregúntale a los hombres que leen todas las editoriales de los diarios

Pregúntale a los hombres que cultivan rosas

Pregúntale a los hombres que casi no sienten dolor

Pregúntale al moribundo

Pregúntale a los jardineros y a los fanáticos del fútbol

Pregúntale a cualquiera de ellos o a todos ellos

Pregunta, pregunta, pregunta, que todos te van a decir:


Una esposa gruñendo en lo alto de una escalera es más de lo que un hombre puede soportar.


Charles Bukowski de Poemas 1 [1995]

Trad. Federico Ludueña