Charles Bukowski
encerado

tío, dijo, sentado en la escalera

desde luego tu coche necesita que lo laves y lo enceres

te lo hago por 5 pavos,

tengo cera, tengo trapos, tengo todo

lo que necesito.


le di los 5 y me fui arriba.

cuando volví a bajar cuatro horas después

estaba sentado en la escalera borracho

y me ofreció una lata de cerveza.

dijo que ya se ocuparía del coche al día

siguiente.


al día siguiente volvió a emborracharse y

le presté un dólar para una botella de

vino. se llamaba Mike y era

veterano de la segunda guerra mundial.

su mujer trabajaba de enfermera.


al día siguiente bajé y estaba sentado en las

escaleras y dijo,

estaba aquí sentado mirando tu coche, ¿sabes?

y me preguntaba cómo voy a hacerlo,

quiero hacer un buen trabajo.


al día siguiente Mike dijo que se avecinaba lluvia

y desde luego no tendría sentido

lavar y encerar el coche si estaba a punto de llover.


al día siguiente también amenazaba lluvia,

y al siguiente.

luego no volví a verle.

una semana después vi a su esposa y me dijo:

se han llevado a Mike al hospital,

está todo hinchado, dicen que es de la

bebida.


escucha, contesté, dijo que iba a encerarme el

coche, le di 5 dólares para que me encerara el

coche.


está en la UCI, dijo,

es posible que se muera...


estaba sentado en su cocina

bebiendo con su esposa

cuando sonó el teléfono.

me pasó el auricular.

era Mike. Escucha, me dijo, ven a

recogerme, no aguanto este

sitio.


fui hasta allí en coche, entré en el

hospital, me llegué hasta su cama y le

dije, vámonos, Mike.


no quisieron darle la ropa

así que Mike se fue hasta el ascensor en

bata.


entramos y resulta que el ascensorista era un

chaval con una piruleta en la boca.

no se puede salir de aquí en bata,

dijo.


pon en marcha este trasto, chaval, le dije,

ya nos ocupamos nosotros de la bata.


Mike estaba todo abotargado, el triple de su tamaño,

pero de alguna manera le hice entrar en el coche

y le di un cigarrillo.


paré en la bodega para comprar una docena de cervezas

y luego seguimos adelante. Bebí con Mike y su esposa hasta las

11 de la noche.

luego me fui arriba...


¿dónde está Mike?, le pregunté a su mujer 3 días después,

ya sabes que dijo que iba a encerarme el coche.


Mike ha muerto, respondió, ya no está.


¿quieres decir que ha muerto?, pregunté.


sí, ha muerto, dijo.


lo siento, dije, lo siento mucho


llovió una semana entera después de eso y supuse que la única

forma de recuperar los 5 era acostarme con su mujer

pero, hay que ver,

se marchó 2 semanas más tarde.


se mudó a su apartamento un viejo de pelo cano

que no veía de un ojo y tocaba el corno francés.

con él no tenía la menor

posibilidad.


Charles Bukowski de Arder en el agua, ahogarse en el fuego (1955-1973) [2015]

Trad. Eduardo Iriarte