Charles Bukowski
Apostadores todos

a veces te levantas de la cama por la mañana y piensas,

“no voy a soportarlo”, pero te ríes para tus adentros

recordando todas las veces que te has sentido así, y

vas al baño, te adecentas, ves esa cara

en el espejo, ay dios ay dios ay dios, pero te peinas de todos

modos,

te pones ropa de calle, das de comer a los gatos, recoges el

periódico de los horrores, lo dejas en la mesita de centro,

das un beso

de despedida a tu mujer y luego te pones al volante y sales a

la vida en sí,

como millones de personas más te lanzas al ruedo otra vez.


ahora estás en la autopista sorteando el tráfico,

te mueves hacia algo y al mismo tiempo hacia nada

mientras enciendes la radio

de un manotazo y suena Mozart, que ya es algo, y de

alguna manera

sobrellevarás los días lentos y los días ajetreados, los días

aburridos y los días odiosos y los días excepcionales, todos

tan deliciosos

y tan decepcionantes al mismo tiempo porque

somos todos tan parecidos y tan diferentes.


encuentras la salida, cruzas la parte más peligrosa

de la ciudad, te sientes fugazmente de maravilla mientras

Mozart se abre

paso hasta tu cerebro y se descuelga por tus huesos y te sale

por los zapatos.


ha sido una pelea dura que merecía la pena librar

mientras todos seguimos adelante

apostando por otro día.



Charles Bukowski de La noche desquiciada de pasos [2014]

Trad. de Eduardo Iriarte