Charles Bukowski
Falta de interés común
las tres hermanas siempre discutían
entre ellas y el objeto y el tema de
discusión siempre era el
mismo: HOMBRES.
les encantaba ir a fiestas y bailar y
flirtear, y una de ellas siempre estaba
casándose y divorciándose
y los niños
se le acumulaban.
pero en el ínterin
siempre estaban de lo más alborotadas
con el siguiente HOMBRE.
yo me sentaba con las tres
muchas mañanas durante un rato largo
mientras ellas charlaban ante el café sobre
HOMBRES
«perdonad, chicas, pero tengo que
irme…»
«¿adónde vas?»
me preguntaba la que vivía conmigo.
«¿a buscar
camorra?»
«no, cariño», le respondía yo, «no hables
así, a tu madre no le gustaría
esa manera de hablar…».
y conducía hasta el bar más cercano
en donde nadie hablaba, me tomaba
algo y me quedaba allí sentado
y ese cálido bar parecía real,
agradable y benefactor, y aquel
pequeño rótulo de cerveza allá arriba
con las burbujas pasando por los tubos
de neón rojos, amarillos y azules, que también
tenía el aspecto de algo benefactor y todo aquello
era lo único que yo quería o
necesitaba
por aquel entonces.