Charles Bukowski

Lo que más me gusta es rascarme los sobacos:

¿Nazi?

Excepcional es el relato Cuestiones de política, que describe la sorprendente postura, digamos tan nazi, de Bukowski en los años del colegio: una posición que fre­cuentemente sorprende a los entrevistadores. El nazismo de Bukowski es muy singular, basado en la voluntad de rebelión al conformismo antinazi, y se disuelve como la nieve al sol cuando un nazi auténtico realiza un acto de violencia. «En el Los Angeles City College, poco antes de la segunda guerra mundial, me disfrazaba de nazi. Ape­nas conseguía distinguir a Hitler de Hércules y no había cosa que me importara menos. La cosa había sido por­que estaba hasta la coronilla de escuchar a los patriotas que sermoneaban sobre la necesidad de intervenir para aplastar al monstruo. Decidí pasar a la oposición... En realidad, no tenía ningún credo político. Se trataba de una manera como otra de sentirme al margen... Inter­preté el papel de nazi aunque no me importaran nada los nazis, ni los comunistas, ni los norteamericanos... A mí no me iba la idea de alistarme, ni la de ser objetor de conciencia.» El relato prosigue con un nazi que arroja tomates podridos contra un comunista que está hablan­do desde una plataforma. «Aquel día», cuenta Bukowski, «perdí el control sobre mis seguidores y mientras comen­zaban a arrojar tomates maduros me alejé».


en Entrevista a Charles Bukowski por Fernanda Pivano  

18 de enero - 11 de febrero de 1982.