Charles Bukowski
La tragedia de las hojas

desperté a la aridez y los helechos estaban muertos,

las plantas en maceta amarillas como el maíz;

mi mujer se había ido

y las botellas vacías cual cadáveres exangües

me rodeaban en su inutilidad;

aun así, el sol seguía pegando fuerte

y la apergaminada nota de mi casera era de una

amarillez tenue e indulgente; lo que hacía falta ahora

era un buen humorista, a la antigua usanza, un bufón

con chistes sobre el dolor absurdo; el dolor es absurdo

porque existe, nada más;

afeité minuciosamente con una cuchilla vieja

al hombre que una vez fue joven y

aseguró poseer genio; pero

esa es la tragedia de las hojas,

los helechos muertos, las plantas muertas;

y entré en un pasillo oscuro

donde la casera se alzó

imprecatoria y definitiva,

para mandarme al infierno,

agitando los brazos fofos y sudorosos

y gritando

pidiendo a gritos el alquiler

porque el mundo nos había decepcionado

a los dos.


Charles Bukowski de Arder en el agua, ahogarse en el fuego (1955-1973) [2015]

Trad. Eduardo Iriarte