Charles Bukowski
La última carrera

una gorda mexicana en la cola delante de mí

deja sus últimos dos dólares, en monedas

de veinticinco, de diez y de cinco

mientras elije un número equivocado

y yo me acerco, apuesto veinte a ganador y elijo el

número equivocado también mientras

un trueno estalla como un pedo en el cielo seguido

por un destello distante de gotitas leves

de lluvia que empiezan a hacer su trabajo y

salimos para ver la última carrera:

12 de tres años en una milla plana, los no ganadores

de dos carreras

estallan en una explosión de color y de azar

luchan por un puesto en la curva rápida

enfilan la recta contraria ante las montañas

encantadoras

aún existe una oportunidad para todos

salvo que entonces el caballo 6 se parte una

de las patas delanteras y

tira a un millonario llamado Pincay al

duro suelo mientras

algunos pobres refunfuñan por él

a otros no les importa

y unos pocos están encantados en el fondo

mientras la ambulancia del hipódromo circula en sentido

contrario a las agujas del reloj

la carrera se despliega se despliega

mientras 3 competidores se enderezan para

la recta final;

el favorito desperdicia la oportunidad

se rezaga 

a medida que el segundo favorito y uno que tiene una probabilidad entre 26

llegan a la meta como una criatura de 8 patas

la última cabeza en la foto pertenece al de

la posibilidad remota.

mientras la mayoría hacemos pedazos los boletos y nos echamos a

andar hacia el aparcamiento y a lo que aún

nos quede por hacer sea lo que sea

las gotas de lluvia aumentan

se enfrían

y todos nosotros lo que esperamos es que los coches

sigan allí

mientras Pincay recobra el conocimiento en la enfermería y pregunta: «¿qué coño

ha pasado?».


Charles Bukowski de El padecimiento continuo [2009]

Trad. Silvia Barbero