Charles Bukowski

Bayonetas entre la luz de las velas

cuando los pájaros te escupen maldiciones y

mientras las prisiones vacían a sus moribundos

en tu regazo sedoso,

veo los finos bigotes de una rata

explorando mi botella y el suelo desalentador,

una rata gorda, gorda: ángel que se arrastra sigiloso

y hay un libro de Rimbaud y la rata

ignora el libro de Rimbaud mientras

las partículas del reloj se clavan en mi cerebro de partículas

como flechas que penetran en viejas heridas

y hostias no puedo sacármelas.


puedes coger una mariposa y desgarrarle las alas,

puedes coger esta habitación y pasarla por el fuego,

puedes coger mis huesos y pintarlos de verde

y colgarlos de la ventana como si fuesen cartas desde España

pero

yo estaré corriendo por el pasillo de tu corazón de granito

durante años

y entonces,

contigo,

no cogidos de la mano sino igualmente arrepentidos, pobres y tristes,

con todos los fracasos y los triunfos

asegurados en el pasado,

seremos

como bayonetas entre la luz de las velas

las voces oídas, ahora retrospectivamente:

veo oigo soy veo oigo soy era era

sigo siendo este momento

este momento de revelación con la mirada en el

profundo ojo redondo de una botella vacía

la sombra moviéndose en el viento como una mano

una vez más aquí

y ahora ya ida.


pienso pienso

pero no le doy muchas vueltas

y quito este papel de la máquina de escribir

mientras le doy una patada a la rata que se pasea distraída.


Charles Bukowski de El padecimiento continuo [2009]

Trad. Silvia Barbero