Charles Bukowski
Un bochornoso y sudoroso día de agosto
pasábamos hambre
aunque bebíamos
vivíamos en un apartamento
barato
siempre atrasados
en el pago del alquiler
no había
mucho que
hacer
salvo follar.
y estaba dale que
te pego
bombeando
bombeando
decidido a
hacerlo
había fracasado
en todo
lo demás
estaba desesperado
por hacerlo
gemía
bombeaba
me agitaba
5 minutos
diez minutos
ya viene
ya viene
era algo
ridículo
en cierto
sentido
y por fin
sentía
que venía
y
en ese preciso momento
cuando llegué al clímax
sin motivo
el despertador
sonó
le di
la espalda
muerto de risa
y ella me preguntó
enfadada: «¿y tú
de qué
vas?»
y eso
lo
empeoró
seguí riéndome
y ella se fue al baño
corriendo
cerró la puerta
de un portazo
y yo
me limpié
con la sábana
mientras el reloj seguía allí
inocentemente
exactamente
marcando
las dos y media de la tarde.