Charles Bukowski
otro poema de amor

qué largas tienes las uñas, dijo,

Dios mío.


y yo dije:

no me corto nunca las uñas de los pies yo,

siempre hay alguna mujer que lo hace

por mí.


cogió el cortaúñas y empezó.


estaba en San Francisco

tumbado en el suelo.

ella era bailarina profesional,

habíamos hecho el amor, ido a Fisherman’s

Wharf, regresado y tomado una infusión

de hierbas, estábamos descansando antes

de hacer el amor

otra vez.


ella tenía un cuarto lleno de discos de música clásica

y libros,

hasta de los míos.


vaya uñas, dijo, Dios mío.

pero quédate quieto, no voy a

hacerte daño.


ya está, dijo cuando acabó de

cortármelas, ahora ya puedes buscar otra zorra

que te las corte la próxima

vez.


luego sacó un aceite y empezó a masajearme

los dedos y los pies.


vas a tener que hacerme un masaje en el cuello

a cambio, dijo.


le hice un masaje en el cuello mientras sonaba Mozart

y poco después estábamos haciendo el amor

otra vez.


ahora estoy de nuevo en Los Ángeles

sentado en la cocina

descalzo

y me vienen

a la cabeza imágenes

suyas.


Nina,

espero que la siguiente zorra que me corte las uñas de los pies

seas tú.

Charles Bukowski  de Abierto toda la noche (1980 - 1994) [2022]

Trad. Eduardo Iriarte