Charles Bukowski
Lo que más me gusta es rascarme los sobacos:
El humor
También la clave de su humor está ya presente en este libro, pero en este caso los ejemplos serían demasiado numerosos. Bukowski se representa siempre como un autómata arrojado de una mujer a otra, arrastrado por sus caprichos y por su curiosidad, súcubo de su voluntad: «las mujeres nunca nos dejarán dormir hasta que no hayamos muerto», «no soy yo quien abandona las mujeres, me abandonan ellas», «dijo que no se acostaría conmigo hasta que no nos hubiéramos casado... sostuve el volante hasta Las Vegas y regreso, éramos marido y mujer», «las mujeres que lloran y que joden, te abandonan, te escriben cartas en Navidad, no te dejan olvidar en paz la desolación y el terror, la angustia y el fracaso, toda nuestra vida con sus altibajos, con sus guiños y sus sollozos». Y así sucesivamente.