Charles Bukowski
Lo que más me gusta es rascarme los sobacos:
La muerte
La muerte siempre esté presente en este libro. Es muy reveladora una frase del capítulo 26: «Era viejo y feo. ¿Estaba tratando de penetrar por un camino que me alejase de la muerte? ¿Estando con chicas jóvenes esperaba no hacerme viejo, no sentirme viejo? Solamente no quería envejecer de mala manera, quería simplemente cortar. Estar muerto antes de que llegara la muerte»; y la imagen reaparece cuando afirma: «Cadáveres que jodian con cadáveres» o «Vivir hasta la muerte ya es un gran cansancio». Pero en la última página del libro su relación con Sara-Linda le ofrece un estímulo a la crítica y una chispa de esperanza: «Sara era una mujer buena. Tenía que centrarme... Un hombre podía perder su identidad jodiendo demasiado por ahí. Sara se merecía mucho más de lo que yo le daba.»