Charles Bukowski

Una locura maravillosa

el alcohol ha corroído muchas de mis células

cerebrales.

mientras bebo sentado ahora,

todos mis compañeros bebedores ya muertos,

me rasco el ombligo y sueño con

el albatros.

ahora bebo solo.

bebo conmigo y por mí.

brindo por mi vida y por mi muerte.

mi sed aún no está satisfecha.

enciendo otro cigarrillo, giro la

botella lentamente, admiro su precioso

color.

una compañía maravillosa.

así he pasado muchos años.

¿qué otra cosa podría haber hecho

y tan bien?

he bebido más que los primeros

cien hombres con los que puedas cruzarte

por la calle

o encontrar en el manicomio.

me rasco el ombligo y sueño con

el albatros.

me he unido a los grandes borrachos

de todos los tiempos:

Li Po, Toulouse-Lautrec, Crane, Faulkner.

he sido seleccionado

¿pero por quién?

ahora paro, levanto la botella, me tomo

un buen trago.

me resulta imposible pensar que

algunos lo han dejado de verdad

y se han convertido en ciudadanos

sobrios.

me entristece eso.

están secos, aburridos y a salvo.

me rasco el ombligo y sueño con

el albatros.

no necesito nada más en este mundo y estoy

satisfecho.

me tomo este último trago por todos vosotros

y brindo por mí.

se ha hecho tarde, un perro

solitario aúlla en la

noche

y me siento tan joven como

el fuego que aún

arde

en mi interior.


Charles Bukowski de El padecimiento continuo [2009]

Trad. Silvia Barbero