Charles Bukowski

Los placeres del condenado

Los placeres del condenado

se limitan a breves instantes

de felicidad:

como los ojos con que mira un perro,

como una tabla de cera,

como un fuego consumiendo el ayuntamiento,

el país,

el continente,

como el fuego devorando los cabellos

de doncellas y monstruos;

y el zumbido del halcón en el melocotonero,

el mar fluyendo por entre sus garras,

el Tiempo

borracho y empapado,

todo ardiendo,

todo mojado

todo delicioso.


Charles Bukowski de Garras del paraíso (2011)

The Pleasures of the Damned. Poems, [1951-1993 ]

Trad. Abel Debritto, Ciro Arbós y Eduardo Iriarte