Capítulo 81- Encantado de conocerte

Debido a que lo dejaron solo durante incontables años, el 『Dragón Divino』 Volcánica había sufrido una 『Muerte』mental. Hablando de manera tangible, había contraído la enfermedad de Alzheimer debido a que lo dejaron ahí durante mucho tiempo, o algo así.

Emilia: ¡Pero será un problema para mí si eres tan viejo! ¡Oye, Volcánica!

Volcánica: Tú, que has llegado a la cima de la torre. Avanza por el primer piso, todopoderoso peticionario.

Emilia: ¡Ugh! ¡Esto es inútil!

Emilia le golpeó la pata delantera y gritó con desesperación, pero la única respuesta que recibió fue la sensación de escamas resistentes y olvido que parecía incluso más resistente que las primeras, una barrera psicológica.

Una 『Prueba』 que trajo de vuelta a los muertos de la época en que estaban vivos, como la de Reid, fue todo un desafío, aunque ahora que lo pensaba, era lindo en comparación con esto. Aunque llamar lindo a ese matón Reid sonaba bastante ridículo.

Emilia: Al menos Reid podía hablar con nosotros, y decirnos lo que necesitábamos saber, pero...

Con Volcánica no era el caso. Para Emilia, que necesitaba superar la 『Prueba』 del primer piso, un examinador con Alzheimer era prácticamente el peor escenario. Necesitaba llevar buenas noticias a Subaru y los demás lo antes posible.

Emilia: Umm... qué puedo hacer, qué puedo hacer, qué debería hacer... No puede ser, no creo que tenga que luchar contra Volcánica al igual que contra Reid...

Siguiendo ese pensamiento, si este fuera el caso, entonces se podría esperar que esta fuera una 『Prueba』 extremadamente difícil, pero la diferencia en el contenido de los juicios del primer y segundo piso hizo que ese pensamiento se desvaneciera.

La prueba del tercer piso 『Taygeta』 requirió resolver las preguntas establecidas a través de la capacidad intelectual. Afortunadamente, Subaru poseía el conocimiento de más allá de la Gran Cascada, por lo que pudieron resolverla, pero sin eso ciertamente habría sido increíblemente difícil.

Y, la prueba del segundo piso 『Electra』, como se sabe, tuvo a Reid Astrea como obstáculo. Emilia logró superarla haciendo su mayor esfuerzo, golpeando la cabeza de Reid, pero incluso parecían haber ganado por haber sido ese su primer desafío. En cualquier caso, era indudable que tanto el tercer piso como el segundo piso se habían ganado por muy poco.

Por eso, un simple desafío por sí solo era suficientemente difícil, y sin embargo.

Emilia: Pensar que ni siquiera sé cual es el desafío...

Volcánica: En nombre del antiguo pacto, Yo, Volcánica, pondré a prueba la voluntad de quienes llegan a la cima.

Emilia: ¡Ugh! ¡Ya entendí! ¡Quiero que digas algo más, ya sabes!

Aunque esperaba que dijera algo más después de varias veces, simplemente no tenía el tiempo suficiente para intentarlo. Mientras evitaba la sensación de querer golpear el suelo, Emilia desvió la vista hacia sus alrededores. El 『Juicio』 del tercer piso se llevó a cabo en una habitación blanca, con un gran bloque de piedra negra al que Subaru y Julius habían dado el agradable nombre de monolito.

Quizás haya algo similar escondido en éste primer piso. Mientras no pudiera dirigirse a Volcánica, lo mejor era que investigara por su cuenta.

Emilia: ¡Tengo que hacer todo lo que pueda ahora mismo...!

Sin dejar de prestar atención al estado de Volcánica, Emilia se apresuró a inspeccionar el primer piso. Para empezar, el primer piso era el más alto de la Atalaya de Pléyades, y estaba tan arriba que no podía ser visto desde abajo.

En su interior, había seis pilares alrededor, y un pilar gigantesco en el centro, donde estaba Volcánica estaba, como si se apoyara en él, y la inmensidad del espacio tenía alrededor de cien metros de radio. Aunque era bastante más grande que el segundo piso, el tamaño de Volcánica ocupaba la mayor parte.

Emilia: ¿No es posible ver hacia abajo?

Agarrándose de uno de los pilares que rodeaban el primer piso, Emilia confirmó lo que había debajo. Tanto dentro como fuera de la torre, Subaru, Ram y todos los demás debían estar en medio de duras batallas, pero las espesas nubes bloqueaban su vista, haciéndola incapaz de ver lo que había debajo.

Aunque por otro lado, se sentía como si, saltando hacia las nubes, podría unirse a sus compañeros.

Emilia: Si alguien hiciera trampa y trepara desde afuera, recibiría un regaño… no, en primer lugar, no hay forma de que yo haya superado las nubes por muy rápido que corriera.

Aunque era bastante atlética, incluso Emilia sabía a qué altura se encontraban el cielo y las nubes. Cuando era pequeña, trató de extender la mano y agarrar las nubes, pero falló. Incluso ahora que era grande, eso no había cambiado. Si alcanzara el nivel de Reinhardt, tal vez podría saltar a la altura de las nubes, pero Emilia no tenía la capacidad para hacer algo así.

Por eso, alguna fuerza misteriosa debe haber llevado a Emilia hasta la cima de la torre.

Emilia: ¡Si ese es el caso, entonces la『 Prueba』 debe estar aquí, o no tendría sentido!

Alentada por sus pensamientos, Emilia se paseó alrededor de los seis pilares, golpeándolos, y tratando de treparlos. Sin embargo, no pudo descubrir ningún escrito o fenómeno extraño. Aunque si existiera la posibilidad, entonces...

Emilia: El gran pilar en el medio, donde está Volcánica.

Si no había nada en los otros seis pilares, entonces el pilar central era lo más probable. A diferencia de los otros seis, ese pilar se extendía más allá del primer piso. De esa forma, por encima incluso del primer piso, el lugar que debería llamarse piso cero debería estar allí.

Sintió que en ese lugar estaba la clave para realizar cambios a ese lugar, que había permanecido siempre intacto. Sin embargo.

Volcánica: Tú, que has llegado a la cima de la torre. Avanza por el primer piso, todopoderoso peticionario.

Si quería investigar el pilar, no podía evitar a Volcánica, quien seguía repitiendo las mismas palabras.

Emilia: ――――

Aunque estaba lista para enfrentarse a la 『Prueba』 del primer piso, estar lista para enfrentarse a Volcánica era un tema completamente diferente. Manteniendo ese nerviosismo, Emilia se distanció más del pilar central, de Volcánica.

Emilia: Volcánica, ¿qué debo hacer para superar la『 Prueba 』?

Volcánica: En nombre del antiguo pacto, Yo, Volcánica, pondré a prueba la voluntad de quienes llegan a la cima.

La respuesta de Volcánica era la misma. En lugar de sentirse abatida o desanimada por esa respuesta, Emilia sintió alivio. Si la respuesta de Volcánica no cambiaba, entonces eso significaba que, al igual que cuando tocó su pata delantera, permanecía indiferente. Creyendo eso, Emilia rodeó a Volcánica, en un intento de investigar ese voluminoso pilar.

Emilia: ——Huh.

En el momento en que intentó tocar el pilar, Emilia escuchó el sonido del viento. Antes de poder confirmar su causa, Emilia instintivamente produjo una pared de hielo sobre su cabeza. En un instante, el impacto atravesó la pared de hielo y se estrelló contra Emilia, arrojando lejos su delgada figura.

Emilia: Kgh.

El impacto le atravesó el pecho desde la espalda y Emilia cayó al piso tosiendo violentamente. Pensando en qué demonios había sucedido, Emilia levantó lentamente la cabeza y se dio cuenta. El 『Dragón Divino』 seguía apoyado contra el pilar, y su cola bajaba lentamente al suelo.

Emilia: ...¿Me golpeó con su cola?

Al expresarlo en palabras, se pudo notar que había sido un ataque extremadamente simple. Dragones que usaban su cola para expresar sus emociones, era algo que también ocurría a menudo entre Patrasche y Subaru.

Cuando Subaru hacía alguna broma, Ram y Patrasche lo abofeteaban como si estuvieran compitiendo entre ellas. Sin embargo, el ataque de la cola de Volcánica no fue del mismo tipo que la expresión de afecto entre un dragón y una persona.

Había logrado amortiguar una parte del daño gracias a su defensa improvisada, pero si la respuesta de Emilia hubiera sido tardía, su cuello se habría fracturado, ni siquiera habría sido extraño que su cabeza saliera volando.

Además, para Volcánica, esto había sido como golpear un insecto sin prestar demasiada atención. Ella se sentía como si fuera un pequeño insecto con el que la criatura gigantesca jugaba.

Emilia: ――――

En el momento en que se dio cuenta de esa verdad, un sudor frío recorrió la columna de Emilia desde su nuca. Pero al mismo tiempo, también hizo surgir otra posibilidad ante Emilia.

Emilia: Entonces sí hay algo en ese pilar después de todo, ¿no?

Volcánica: ――――

Emilia: Después de todo, estás aquí por la 『Prueba』. No has olvidado eso, incluso ahora que olvidaste la 『Prueba』. Por eso me explicas lo mismo una y otra vez.

Volcánica parecía haber olvidado lo que tenía que hacer. Pero la razón por la que el 『Dragón Divino』 aún permanecía allí, era por su voluntad de mantener la promesas que había realizado antes de su 『Muerte』mental, y esto lo probaba claramente.

El 『Sabio』, el 『Santo de la Espada』 y el 『Dragón Divino』, ponían a prueba el ingenio, la fuerza y ​​la voluntad, respectivamente. En ese caso.

Emilia: No lo lograré trabajando a medias. Así que voy a hacerlo en serio.

Partiendo del obstáculo que representaba su oponente, Emilia declaró que usaría toda su fuerza. En ese momento, el aire alrededor de Emilia dejó escapar un sonido leve, y comenzó a congelarse.

Obedeciendo a Emilia como si fuera su reina, soldados de hielo fueron creados y convocados, esto era, el nuevo potencial de Emilia nacido a través de una evolución en sus Ice Brand Arts. No había podido probarlo mientras estuvo dentro de la torre, pero si su oponente estaba en un espacio tan grande, no necesitaba mostrar misericordia.

Como aún no se la había mostrado a Subaru, ésta técnica no tenía nombre. Por lo tanto, ella misma tendría que ponérselo.

Emilia: ¡Ice Brand Arts... Ice Soldiers-san!

Siete soldados de hielo de forma humanoide nacieron, cada uno sosteniendo un arma, y de forma elegante acompañaron a Emilia a su duelo a muerte.

Emilia: ¡Allá voy, Señor cabeza durmiente! Si vas a despertar, ¡asegúrate de que sea pronto!

Mientras decía esto, Emilia, con sus brazos cubiertos de hielo, se acercó a Volcánica junto con los soldados de hielo. Observando esto con ojos que no mostraban ninguna emoción, Volcánica abrió la boca.

Volcánica: Tú, que has llegado a la cima de la torre. Avanza por el primer piso, todopoderoso peticionario.

Con su conciencia enterrada por toda la eternidad.

※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※

Mientras tanto, Emilia no era la única que se enfrentaba a un enemigo con poderes sobrehumanos. Un piso debajo de Emilia, que luchaba contra el 『Dragón Divino』 sin recuerdos, el duelo de espadachines que tenía lugar en el segundo piso 『Electra』 se desarrollaba con vehemencia. Pero, avanzaba de forma inquebrantablemente arbitraria.

???: ¡Vamos, vamos, vamos, ¡qué pasó, qué pasó, qué pasó! Solo estoy usando un palillo con una sola mano, ¿sabes? Si todavía no puedes alcanzarme, tú, entonces esto ni siquiera servirá de calentamiento, tú, tú, sí, tú ~!

???: ¡Gh …… ~ hk!

Mientras lanzaba burlas, el hombre que hacía oscilar su largo cabello rojo lanzó una fuerte patada. Recibiendo el ataque con el mango de la espada de caballero en su mano, el caballero de refinado perfil saltó hacia atrás por su propia voluntad.

No pudo bloquear el impacto. Simplemente lo desvió. Y antes de que pudiera siquiera recuperarse, llegaba el siguiente. Este intercambio se repitió muchas, muchas veces en el campo de batalla del segundo piso.

Y aunque esto también había ocurrido muchas veces, el caballero quedó impresionado por el golpe del espadachín, y mientras él se retiraba hacia atrás, el espadachín escupió un "Hgh, maldita sea".

???: Si la actitud de tú cambia, entonces la espada de tú también. Tengo expectativas sobre tú con estas explosiones, ¿Tú sabes? Pero aún así, ¿cuántas malditas veces le tomará a tú cambiar, tú? O en vez de eso...

Mientras decía eso, el espadachín pelirrojo, Reid, tronó su cuello y torció sus labios. Con una magnífica postura de burla como si mirara a su oponente con desprecio, el expectante espadachín frunció el ceño al caballero que era su oponente.

Reid: ¿Estás tú planeando perder preocupandote por los modales de tú, tú? ¿Estarás tú satisfecho con eso, lo estarás tú?

???: Qué cosa tan autoindulgente para decir.

En respuesta a la objeción de Reid, el caballero (Julius), a quien le decían que hacía todo por conveniencia, aflojó los labios. Mientras afirmaba su espada de caballero, y entumecido por la patada, el caballero aceptó la mirada aguda de Reid y se puso de pie, directamente frente a él.

Julius Juukulius, que se había negado a ser un caballero sin nombre, estaba decidido a luchar contra el destino.

Julius: Muchas veces, me has lanzado palabras como esas. Batallas poco atractivas, movimientos de espada poco refinados, con poca gracia... son palabras, con las que incluso yo estoy familiarizado.

Reid: Hah, tonterías. Incluso si no están a mi altura, estoy bastante seguro de que cualquiera se sentiría aburrido solo con mirarte. No hay nada en la espada de tú, solo desesperación.

Julius: ...Desesperación, eh.

Los comentarios descuidados de Reid seguramente no estaban basados en nobles razonamientos. Probablemente estaba diciendo lo que pensaba, tal cual. La razón por la que captó la realidad, con uno de sus ojos tapado a propósito, fue porque todo era claramente visible para ese ojo azul.

Probablemente podría ver los ideales superficiales de Julius ocultos por encima de su verdadero carácter.

"――――"

Detrás de ellos, se podía ver la figura de una mujer vigilando la pelea entre Julius y Reid. Para Julius, era la mujer a la que más apreciaba en el mundo, sin embargo, la esencia de la mujer había cambiado a la de una persona diferente.

Inevitablemente, habían pasado aproximadamente dos meses desde los eventos ocurridos en la ciudad de las compuertas, y habían logrado reanudar una relación bastante vacía de amo y sirviente.

Julius: Ahora que lo pienso, tanto tú como yo deberíamos haber conversado más con el corazón.

???: ¿Julius ......?

Julius: Si lo hubiésemos hecho, estoy seguro de que me nos habríamos hecho buenos amigos. Porque compartimos nuestro aprecio y admiración por la misma mujer.

Dejando su corazón a un lado, Julius desafió al 『Santo de la Espada』 una vez más. Reid estaba empuñando un palillo corto y delgado en su mano derecha, y atacó a un Julius que avanzaba de frente. Cortando, despejando, manteniéndose en lo alto, balanceándose hacia abajo, golpeando.

A veces, Julius atacaba mientras tejía entre la realidad y la fantasía a través de la empuñadura de su espada o su juego de pies, contra esos ataques Reid se defendía con facilidad y una sorprendente falta de seriedad.

Reid: Esto de nuevo, sí. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo a tú, que esto no va a funcionar...?

Julius: ¡Aún así! ¡Aunque la llames aburrida, esta es mi espada!

Reid: ¡Toma eso, tú!

Repudiando el bostezo creciente con un rugido, Julius lanzó un ataque con su espada, que fue recibida por una patada de Reid.

Con esa patada arruinando su postura, Julius mostró una abertura a través de la que el golpe de los palillos de Reid lo alcanzó en diagonal, en ese instante, Julius giró el manto que estaba usando e instantáneamente escondió su cuerpo detrás de éste.

Reid: Heh.

Reid sonrió ante ese movimiento y cortó tanto el manto como a Julius, que estaba del otro lado. Sin embargo, en el momento en que el manto fue cortado por el golpe de los palillos, Julius saltó horizontalmente justo detrás y escapó del rango de ataque de Reid.

Reid: ¡Tú, eso está mejor!

Julius: ¡No, estás equivocado!

Reid: ¿Eh?

Reid elogió el estilo de lucha de usar el atuendo blanco como distracción, dejando a un lado el estilo de un caballero. Sin embargo, Julius inmediatamente acabó con ese elogio corrió hacia el manto que había sido cortado.

Y, recogiendo el manto que había sido rasgado por el golpe de los palillos, se lo puso una vez más sobre el cuerpo. Cerrando con cuidado su pestillo, poniéndose el manto sobre su uniforme blanco, personificando a un caballero. Incluso si renunciaba a ser anónimo, no podía renunciar a ser un caballero.

Al presenciar la actitud de Julius, como si entendiera el mensaje, Reid una vez más chasqueó la lengua con disgusto.

Reid: Oye tú, cuando aparecieron el frizzlin feroz de antes y el bombón que está allá atrás, esperaba a que cambiaras, tú, ¿sabes? Que apuntarías a la victoria sin preocuparte por las apariencias. Que podría verte un poco a tú, sí. ¿No estás tú un poco perdido de tú mismo?

Julius: ――――

Reid: Tú actúas como si fueras el más correcto siendo un caballero, pero en el interior de tú no eres así. El interior de tú es el mismo que el de yo, el de un 『Stick Swinger』. Eres tan rígido que no puedo soportar mirarte' a tú, maldita sea.

Mientras apuntaba con su palillo hacia Julius, Reid escupió eso con una expresión amarga. Al escuchar el comentario de Reid, Julius cerró los ojos. Y, manteniendo los ojos cerrados durante algún tiempo, susurró "¿Es eso?" Una vez.

Julius: Siento que finalmente lo entiendo.

Reid: ¿Eh? ¿Qué es lo que entendiste tú?

Julius: Sobre por qué eres tan, persistente y obstinado conmigo.

A pesar de estar irritado, Reid nunca dejó de lanzarle comentarios a Julius. Su forma de actuar era violenta, y esa persona seguramente no tenía tal intención en absoluto, pero era similar a la de un líder enseñando, guiando a Julius.

Finalmente, ahora comprendía la razón por la que Reid presionaba tanto a Julius.

Julius: ¿Viste algo en mí que te recordó a ti mismo?

La razón por la que él, en múltiples ocasiones, se burló de Julius, calificando su estilo de lucha como aburrido y sus movimientos de espada refinados, fue porque creía que había un león durmiente dentro del caparazón que Julius se había puesto a sí mismo.

Aunque Julius pensó, que creer que era un león era una estimación demasiado alta.

Reid: No tengo ni idea sobre las cosas refinadas, maldito tonto inmaduro. Solo hago las cosas como quiero. Mis instintos me lo dicen. Que serias más interesante si te quitaras el barniz de tú.

Julius: ――――

Reid: Por eso estoy tratando de despegarlo. También lo entiendes tú, ¿verdad? Que a este ritmo nunca me alcanzarás tú, y tampoco te verás genial ante el bombón que está ahí detrás, sí.

Cuando Reid levantó la barbilla y señaló a Echidna, Julius sonrió con amargura. Se había dado cuenta, los ojos de Reid eran otra cosa, observaban con precisión. Habían percibido bien, que Julius Juukulius era simplemente un hombre de apariencias.

Julius: Por eso precisamente, no me apartaré del hecho de que soy yo mismo.

Reid: ¿Qué mierdas dices tú?

Julius: Tus palabras seguramente son correctas. Muchas cosas me vienen a la mente... Aunque nunca se lo dije a nadie en un mundo donde todos me habían olvidado, no soy un hijo legítimo de la familia Juukulius.

Comenzó a hablar, asegurándose de que Reid, con el ceño fruncido, y Echidna, que estaba observando fijamente desde atrás, pudieran escucharlo. La historia olvidada de Julius Juukulius, que nadie recordaba excepto Natsuki Subaru.

Julius: Mi padre, que se fugó de una casa noble, se casó con mi madre, que era una plebeya, y yo nací de esa unión. Por eso, mi origen es el de un plebeyo. Mis padres fallecieron, y hasta que fui adoptado por mi actual padre adoptivo, que era mi tío, nunca tuve nada que ver con el refinamiento de los nobles... por lo tanto, mi camino es fabricado.

Reid: Qué tigre de papel tan malditamente feo.

Julius: Puede que eso sea verdad. Mi verdadera esencia es estar vestido ropa de civil en lugar de con ropa de ceremonia, y debo ser el niño rústico que desconoce los ideales de la época en que solía correr por los prados abiertos, riendo con mis amigos. Sin saber lo que el decoro significa, sin ideales por los que luchar, viviendo la vida un día a la vez.

Precisamente ese era el futuro que se le había dado a Julius. Sin embargo, ese futuro fue arrasado junto con sus verdaderos padres por una inundación repentina, desapareciendo en el más allá. Precisamente por eso...

Julius: Por eso, fingiré ser un caballero. Al estar obsesionado con las apariencias, encerraré a mi verdadero yo.

Reid: Tú...

Julius: Mi yo inocente e ignorante se encontró con los ideales. Admiraba a los caballeros. Admiraba su forma de ser, gallardos e íntegros. Por lo tanto, seguiré adelante con mi admiración.

Cerrando el pestillo de su manto con un clic, los dorados ojos de Julius ahora desbordaban fuerza. Reid estaba disgustado, su expresión cambió de la irritación a la duda. Ese fue su asombro por escuchar sus palabras siendo negadas, pero sin haber recibido ni un gruñido.

El hombre, que era el retrato de lo que significaba ser desafiante, estaba siendo conmovido por las palabras de Julius. Entonces, Julius presumió con una fuerte voz.

Julius: Soy un hombre torpe. Lo percibo todo, basándome en las apariencias. Hasta ahora, había creído que si empuñaba una espada espléndida, si usaba ropa elegante, si usaba palabras corteses, me convertiría en alguien digno de usarlas. Por lo tanto, seguiré adelante con esa obstinación.

Sabía que existían humanos que despreciaban tanto palabras como apariencias. Natsuki Subaru, en quien pensó inmediatamente, no era el epítome de eso. Sin embargo, Julius también pensó en lo contrario.

Julius: Corregir mi postura, cuidar mi apariencia, disfrazarme de lo que deseo convertirme y esperar tener lo necesario para llevarlo, sostener la voluntad de perseverar. Ese es precisamente el tigre de papel que estoy decidido a llevar por la eternidad.

Reid: ――――

Julius: Estoy seguro de que hay quienes se burlan de las apariencias. Sin embargo, confío en que haya muchos otros a los que las apariencias les deslumbren. Así como yo, que seguí anhelando andar por el camino de un caballero.

No podía recordar por qué había empezado a admirar a los caballeros. Aún así, Julius se convirtió en uno. La razón por la que Julius fue llamado el "más grande" no se debió simplemente a sus movimientos de espada diligentemente estudiados, a sus artes espirituales refinadas o al nivel de su habilidad respaldado por esos factores.

Fue porque el camino de Julius Juukulius, había sido considerado como el camino del caballero. La razón por la que era el camino del “supremo” “excelente” “caballero”, era porque su estilo, el de poner apariencias, había sido percibido como deslumbrante.

Al hacer esa declaración, Julius aflojó los labios y se volvió hacia Echidna. Julius negó levemente con la cabeza hacia los lados, hacia ella, que había tomado prestado el cuerpo hacia el que sentía el mayor respeto y afecto. Hacia ella, que lamentaba desde lo más profundo de su corazón, no poder recordar a Julius. Para transmitirle, que no había necesidad de albergar tal culpa.

Julius: No hay ninguna necesidad de que yo tema, me consuele, o lamente por ser olvidado. Porque la existencia conocida como yo está presente dentro de la caballería que todos conocen, que todos anhelan.

Y podría decir lo mismo de "esas chicas" que estaban con él en este lugar.

Julius: Me disculpo por todo hasta ahora, amigos míos. Aferrándome a un vínculo perdido, para no separarme de ustedes, siempre hice que se preocuparan. Los liberaré de esa carga en este instante.

Atraídos por el susurro de Julius, lo que pudo verse fueron luces fugaces de tonos vívidos, eran unos hermosos espíritus que representaban seis elementos, los cuasi-espíritus de Julius Juukulius. Eran existencias de las que era difícil estar distante, habiendo permanecido cerca de Julius Juukulius desde antes de que se convirtiera en un caballero.

Ellos también habían olvidado a Julius, cuyo 『Nombre』había sido robado por la Autoridad de la 『Gula』. Sin embargo, debido al contrato indeleble formado entre los espíritus y el contratista, junto con la 『Protección Divina de los Espíritus Reunidos』 con la que nació Julius, quedaron cautivados por el poder y continuaron permaneciendo a su alrededor.

Julius también, creyendo que su relación volvería si su 『Nombre』 regresaba, no los soltó. Qué tonto fue al pensar eso. Él no quería que lo único que le quedaba cambiara, después de que todo, y también nada hubiese cambiado de forma irremediable. Sin embargo.

Julius: Hicieron bien quedándose con mi yo anterior hasta ahora, amigos. Dependí de su amor y permanecí obstinado a no soltar su calor. Seguía esperando volver a esos días, en los que no había ningún problema. Renunciaré a ese débil, patético y poco genial yo.

Como desconcertados, los seis cuasi-espíritus se balancearon mientras se acercaban a los alrededores de Julius. Julius les presentó con firmeza la mano. El brazo se extendió como una percha, al verlo los cuasi-espíritus se reunieron gentilmente allí. Y, Julius sonrió hacia las luces fugaces detenidas sobre su mano.

Julius: Existía un yo que temía el cambio. Sin embargo, al no querer perder nada, también hay cosas que no se pueden ganar. Por ejemplo, la floración de los capullos llamados amor. Un futuro donde confirmo con mis propios ojos, qué flores florecerán de los capullos que quedaron a mi lado.

"――――"

Ellos no respondieron. Sin embargo, parecía que sabían bien lo que iba a ocurrir en el futuro. Por lo tanto, Julius se movió respetando ese flujo.

Julius: ¡Amigos míos! Los libero a todos. Pido disculpas por aferrarme a un vínculo roto durante tanto tiempo.

Con esas palabras, los cuasi-espíritus que habían rodeado las manos de Julius tomaron distancia como si algo se rasgara. Eso que parecía poseer incluso un impacto físico, atravesó solo a Julius y los cuasi-espíritus, una sensación mordaz como un relámpago. La conexión, el vínculo que existía con certeza, el contrato que unía sus almas, se rompió.

Ese fue el dolor y el pesar de haber perdido algo realmente ligado al alma, algo que solo un usuario de artes espirituales podría comprender. Aunque Julius no lo sabía, este mismo dolor una vez hizo que incluso Emilia llorara y se encogiera de miedo.

Por su propia voluntad, Julius experimentó una vez separarse de sus seis espíritus, y una herida se abrió en su corazón. La sensación similar a la ruptura hizo que su mente y su corazón se rasgaran, haciendo que Julius saboreara el dolor de su alma.

Esto fue, un dolor diferente de cuando había sido olvidado por sus amigos debido a la Autoridad de la 『Gula』, desde su mismo origen. No solo Julius, sino que los cuasi-espíritus también deben haber experimentado el dolor, y se habían arrepentido. Podrían haber sufrido una herida en su alma, transmitiendo que no deberían haber hecho un contrato con un humano. Sin embargo.

Julius: Pero ahora, una vez más, los llamo a todos.

"――――"

Julius: Los amo. Si aceptan el cortejo de este vanidoso, entonces permítanme sellarlo. ¡¡El nuevo contrato, entre todos ustedes y yo!!

Con voz fuerte, Julius gritó con la mano, que antes había bajado, levantada hacia los cielos. Al escuchar ese llamado, los cuasi-espíritus que se habían dispersado como rasgándose, en silencio, parpadearon por un momento. Vacilación e indecisión, fueron sentimientos que solo duraron un instante.

※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※

Cálida luminiscencia, envolvió el cuerpo de Julius Juukulius. Penetrando suavemente en la herida grabada de su alma, debido a la ruptura del contrato.

Había alegría. Había rabia. Había dolor. Había amor. Había odio. Esta multitud de emociones había estado allí, todo el tiempo, durante los más de diez años, que Julius y esas chicas habían pasado juntos.

Rechazándolas de una vez, hicieron girar el futuro. No sabía si era la respuesta correcta. Sin embargo, él quería que lo fuera. Podía haberse equivocado, incontables veces.

Fallando al elegir el camino correcto, podía equivocarse. Sin embargo, él se moldeará a sí mismo a través de ese viaje. Incluso si se equivocaba, no estaría solo. Nunca lo estaría.

Si decidiera seguir adelante, entonces existirían ideales moldeados por espléndidos predecesores. Si decidía detenerse, entonces existía el calor de sus amigos que habían seguido cuidándolo con profundo afecto.

Y si miraba a su lado, entonces estaba el perfil de su Señora, jurando dedicar creencias que le daban forma a uno mismo.

¿A qué debía temer Julius Juukulius en el futuro?

Julius: Eso debe ser cierto. Oh doncellas mías bellamente florecidas.

Los seis capullos respondieron a ese lamento, no, las doncellas florecientes dieron su respuesta.

Una luz, había nacido—

※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※

Julius: De ahora en adelante de forma profunda, gentil, y a pesar de mis heridas, andaré por este camino.

El dolor de la ruptura del contrato había sido curado por la nueva unión de su vínculo. Vestido con seis luces extremadamente misteriosas, Julius Juukulius miró hacia adelante. Allí estaba presente la epítome de alguien que había dedicado su cuerpo a la espada, alguien a quien admiraba. Sin embargo, la devoción de Julius Juukulius lo dirigía hacia otra parte.

Por lo tanto, atravesaría a través de sus anhelos y aspiraciones sin vacilar, a través de las luces del arco iris.

Julius: Gracias por esperar,『Santo de la Espada』 Reid Astrea. Encantado de conocerte.

Balanceando su espada de caballero, Julius agarró su manto y se inclinó con elegancia. Y levantando el rostro, tomando por completo la forma de “eso” que más admiraba en el mundo, se nombró a sí mismo.

Julius: Soy 『El Más Grande Caballero』, Julius Juukulius. La espada que te cortará.