Pasos:

1. Partimos de una cantidad de fresas compotadas que tenemos que escurrir para recuperar el almíbar.

2. Por otro lado, en un bol (mejor de acero, abierto y bien frío), disponemos la nata y la montamos. Cuando ésta empiece a coger un poco de cuerpo, meteremos el almíbar poco a poco hasta acabarla de montar.

3. Para hacer las láminas de chocolate, fundimos éste al baño María, sin exceder mucho la temperatura de 40 º c. Vertemos sobre una bandeja o molde antiadherente y llevamos al frigorífico hasta que vuelva a endurecer.

4. A la hora del emplatado, disponemos una cucharada de mousse, un trocito de chocolate, y una cucharada de fresas compotadas escurridas. Repetimos la operación las veces que queramos. Podemos añadir un poquito de almíbar que hayamos reservado para reforzar el toque a fresas.