Pasos:

1. Limpiamos el puerro, separando lo más verde de lo blanco. La parte verde la picamos muy fina, al igual que la cebolla; y la parte blanca la cortamos en rodajas de más o menos medio centímetro de grosor.

2. En una perola, añadimos un chorro de aceite de oliva, en el cual echaremos la cebolla, a la que le daremos un rehogado de entre 7 y 8 minutos; y posteriormente añadiremos también el puerro picado durante 8 minutos más. A esta mezcla, incorporaremos el puerro cortado en rodajas y pondremos a punto de sal.

3. Por otro lado, pelamos las patatas y las troceamos utilizando el cuchillo a modo de “cascar” y no cortar, y las ponemos en la mezcla anterior. Después de dar unas cuantas vueltas, echamos el vino blanco y dejamos evaporar el alcohol para acabar añadiendo el agua o caldo de verduras.

4. Dejamos cocer a fuego muy suave durante cerca de una hora, para que la patata se nos haga sin romperse, pero a la vez saque todo el almidón para espesar la salsa. Este efecto lo podemos reforzar dando unas vueltas cada 10 minutos. Podemos cocinar con tapa y dejar los últimos minutos sin ella.