Pasos:
1. En un bol mezclamos la harina, la sal, el azúcar y la levadura desmenuzada. Añadimos el agua templada y mezclamos con la ayuda de una lengua hasta que la masa quede homogénea. No hace falta amasar, sólo mezclar, no importa que queden algunos grumitos. Añadimos un chorrito de aceite de oliva e integramos el conjunto.
2. Dejamos reposar una media hora, tapado y cerca de una fuente de calor. Pasado este tiempo, volvemos a dar una vuelta, integrando todo de abajo arriba, pero sin amasar. Volvemos a tapar y llevamos al frigorífico. La masa puede estar desde cuatro horas hasta un día entero, incluso más.
3. Cuando lo vayamos a utilizar, ponemos un poco de aceite en una bandeja de horno, y nos untamos las manos. Cogemos la masa despegándola del bol y la doblamos varias veces, como si fuera un pañuelo. La depositamos en la bandeja de horno y, si nos apetece, le ponemos jamón de york y/o queso en los dobles que vamos haciendo. Por arriba, la podemos decorar con hierbas secas, o simplemente con unos tomates Cherry. Dejamos reposar 30-60 minutos cerca de una fuente de calor.
4. Hornearemos entre 210 y 220 º C unos 15 minutos, previo pulverizado de agua, sin miedo porque se trata de seguir hidratando la masa.
5. Podemos servir con un chorrito de aceite de oliva y un puntito de sal, según nuestro gusto.