Pasos:

1. Se trata de sustituir el huevo frito con patatas, jamón y pimientos de toda la vida, por algo con más presentación actual, aunque sin perder los sabores de siempre.

2. Para ello, el huevo lo coceremos en agua a 65 º C, alrededor de 35 minutos, obteniendo una clara cuajada y una yema líquida, pero asegurándonos la calidad sanitaria del mismo. 

3. Por otro lado, haremos un puré de patata tradicional, en este caso con aceite y sal, cociendo las mismas durante unos 30 minutos, batiendo y reservando.

4. Para completar el plato, utilizaremos unos pimientos del piquillo confitados, dorando un diente de ajo en aceite de Oliva DOP Navarra, e introduciendo los pimientos y dejándolos a fuego suave durante no menos de 15 minutos, para que acaben de tomar una textura sedosa.

5. A la hora del montaje, pondremos el huevo en la base del plato, añadiremos el puré de patata bien caliente y un piquillo encima de la mezcla. Para coronar el plato, podemos poner, bien una loncha de jamón que se temple con el calor del puré, o bien un crocanti del mismo por darle una textura diferente.