Callosa, mi ciudad querida,
ramo de sentimientos emotivos,
llena de graves eventos vividos
dulces y duros de mi joven vida.
Callosa es,
la de arrogante noble gente
donde florecieron mis ilusiones,
donde mi infancia y mi mente
aprendieron a soñar consciente
entre jazmines, rosas y claveles.
Callosa,
tu escribistes páginas de historia
que muchos ignorarlas quieren
y por esa anónima gloria
nunca ante la violencia cediste,
y al mundo ideal ofrecistes
muchos de tus mejores hijos
por la paz y concordia.
¿Cómo siento yo mi ciudad?
Muy próxima a mi corazón,
y evoca enseguida en mi mente
mis juegos primeros de niño,
mi hogar y familiares íntimos,
los naranjos y limoneros,
los ocres de la erguida sierra
con sus cactus, pitas y chumberas
y esos ocasos de sol y oro
que dora el horizonte todo….
y después…
cuando a la huerta atento miras,
ves todos los verdes que existen:
las palmeras, las higueras, los perales,
múltiples y diversos frutales,
todo envuelto en ópalos dorados
y láminas luminosas de plata
que te hacen soñar despierto
porque crean embrujo y encanto.
Quedan siempre en mi memoria
aquellas noches de primavera,
bellas mozas desfilando por la glorieta
el perfume de azahar que embriaga,
mis amigos, nuestros ideales del alma,
el repunte de nuestros amores primeros
que mi Callosa para siempre guarda…….
Así siento yo mi Callosa querida!
Así siento yo mi Callosa amada!