2011 - Aula - Sara Marco
Antonio Marco Botella
Zaragoza, junio 2011PORCENTAJES
Sara Marco, 2ºA
Colegio Ramón y CajalRECLAMACIÓN
- 35% del mundo en revolución,
58% de gobiernos, corrupción.
- 25% de naciones en guerra,
72% de destructores de la Tierra.
- 60% de niños hambrientos,
82% de mujeres sufriendo.
- 53% de maltratadores,
61% de ilegales cazadores.
- 3% de acomodados afortunados,
52% de niños explotados.
RESULTADO:
100% INSATISFACTORIO
Sara Marco, Primer Premio de Poesía del periódico "El Mundo".
Mi Felicitación!
Sara, mi nieta querida.
Sara, mi siempre nieta querida,
debo confiarte muy, muy quedo,
como si fuera entre tú y yo secreto
que con porcentajes no se mide la vida.
Veamos, si hablamos de revolución,
debemos de mirar con destreza
si es buena o mala la enseña
que justifique esa humana acción.
Si un gobierno ha corrupción,
no lo dudes ni un momento,
sea cual fuere su argumento,
condénalo ya sin vacilación.
Naciones en guerra hay que condenar,
sean cuales fueren sus motivos
los pueblos de la paz han de gozar
matar no es de seres civilizados.
Y a los que destruyen la Tierra
sean por motivos de paz o guerra
no se les puede nunca perdonar
la Tierra pertenece a la humanidad.
Desde hace años, muchos años,
que hay niños hambrientos,
que importa si son dos o quinientos,
eso no se puede nunca tolerar.
Y en cuanto a las sufrientes mujeres
es un problema muy complejo:
culpemos a educación y religiones,
culpemos a los maltratadores
que cometen esos inhumanos errores,
que deben acabar sin más dilaciones.
Condenamos a los cazadores,
buenos, malos, legales o ilegales,
matar no puede ser diversión
aunque los muertos sean animales.
En cuanto a los niños explotados,
y esos otros que convierten en soldados,
es un crimen de lesa humanidad
que rompe el futuro de seres humanos.
Resultado:
Es para nos siempre muy grato
denunciar siempre lo malo,
no te conformes nunca con reclamos,
¡defiende siempre el amor humano!
Querida Sara: Este poemita no es una crítica al tuyo, es, simplemente, el consejo de un nonagenario a una chica que empieza ahora a vivir, solo eso: ¡consejos!
Tu yayo