2008 - El Esperanto en el País Vasco

EL ESPERANTO EN EL PAÍS VASCO

verkis: Antonio Marco Botella

INDEKSO


PREÁMBULO

Han transcurrido más de sesenta años desde que en plena guerra civil española aprendí el idioma internacional Esperanto (1937). Mi tarea desde aquellos lejanos días ha sido casi constantemente, enseñar Esperanto y escribir todo cuanto me ha sido posible sobre su historia, todo ello a pesar de mi juventud trashumante: el frente bélico, Argelia, Callosa, Granada, Sevilla, Barcelona y finalmente Zaragoza.

Los libros de carácter histórico que me han publicado pueden alcanzar la decena, redactor-jefe de dos revistas esperantistas casi diez años y colaborador en distintos periódicos, con lo cual quiero simplemente decir, (no presumir) que esa tarea solo ha sido posible porque ese quehacer siempre me ha gustado mucho, me sigue gustando mucho, a pesar de que mi edad, que ya alcanza casi los 90 años, empieza a ponerme ciertas trabas.

Siguiendo esa inclinación por las bellas letras, que han llenado casi toda mi vida, ahora vengo de iniciar una doble tarea: escribir la historia de mi pueblo, Callosa de Segura, y ordenar los muchos documentos y apuntes de la historia del País Vasco, todo eso contando con que me acompañe la salud y que mi memoria no me abandone como suele ocurrir a estas edades.

Sobre la historia de mi pueblo, ya la llevo un tanto adelantada, la otra tarea, ordenar documentos y redactarlos en continuidad sobre la historia del Esperanto en el País Vasco y en Amalia Núñez Dubús, con los apuntes de mi obra "Analoj" y otros que disponía a lo largo de muchos años, pero que no creí oportuno utilizarlos en esa y otras ocasiones en que escribí obras de carácter histórico.

Es justamente ahora cuando inicio la historia de los esperantistas vascos con este Preámbulo. Y respecto a Navarra, yo hubiera querido hacer lo más posible, pero la realidad es que hay muy poco que historiar, tan poco, que cuando surgía algún evento interesante no había manera de continuarlo varios años seguidos, claro, excepción hecha de la vida y obra de la navarrica Amalia Núñez Dubús, a la que con mucho gusto he dedicado, y dedico, bastantes páginas.

Si consigo llegar al final, será entonces cuando exprese con nombres y apellidos mi agradecimiento a todos aquellos que con sus notas, reseñas y todo tipo de informes me han ayudado a realizar esta tarea que hoy me he propuesto, y por descontado que mencionaré también los periódicos y revistas donde tomé notas históricas, aun cuando la mayor parte de esas revistas hace años que desaparecieron. No me parece nada cómodo para el lector estar permanentemente poniendo pies de página, porque en una obra de carácter histórico en cada página habría de poner más de una mención. Es mi opinión.

Debo un agradecimiento especial a la rica Biblioteca del Centro "Frateco" de Zaragoza, sin cuyos recursos y sus innumerables periódicos de todos los tiempos desde que existe el Esperanto, no habría podido llegar tan lejos, como de hecho es editar varios libros sobre la historia de nuestro idioma internacional en distintas regiones de nuestro país: "Kronikoj el la historio de Frateco" (1983) "Anales del Movimiento Esperantista en España" (1987), "60 años de Esperanto en Callosa" (1992), "Un siglo de Esperanto en Aragón" (2000), "Esperanto en la Comunidad Valenciana" (2001), "Historia del Esperanto en Cataluña" (2005)… .

Dicho esto, debo añadir que he decidido redactar ambos proyectos, País Vasco y Callosa, en el idioma español, y el motivo no es otro que darles una doble finalidad, o sea que pueda ser leído por hispanoparlantes y por esperantistas, lo que me ocasionará un doble trabajo, pues todos mis apuntes y consultas las tengo en Esperanto, y las que me faltan, habré de sacarlas también de bibliografía esperantista. Por otra parte esto me produce un profundo pesar, al tener que reconocer que los lectores esperantistas han descendido mucho más de lo que esperábamos…

Las páginas dedicadas a Amalia Núñez Dubús, serán en Esperanto, y no pueden ser de otra forma, porque casi cada página contiene un poema, y sería matar la esencia de sus valores, si hubiera pretendido traducirlas, pues ciertamente hubieran perdido lo que mejor tienen: su perfume lírico-esperantista.

Muy pocos de mis lectores y colegas pueden saber cuanto siento este descenso tan acusado e inesperado de esperantistas, porque mi ilusión por nuestro ideario de paz y comprensión entre los pueblos, continua siendo tan alto como el primer día.

Antonio Marco Botella