2013 - Definiendo la poesía

Definiendo la Poesía

Antonio Marco Botella

Versión en español de mi conferencia en Esperantoen el Congreso Nacional de HEF


Gesamideanos y amigos:

Esta conferencia no tiene como finalidad dar una lección para definir la Poesía. En absoluto, mi modestia no me permitiría rebasar los límites que pueden significar la mención de la opinión de destacados intelectuales y poetas, y como máxima pretensión mía, expresar mi modesto pensamiento sobre este tema, que es la simple opinión de una persona que admira y estima profundamente la Poesía, desde siempre.

Y en este punto termina ya la descripción de la finalidad de mi conferencia, e inicio mi disertación expresando la definición clásica más habitual, que decía que: "Poesía es la interpretación emocional de ciertos sentimientos expresados en bellas palabras", pero… ¿es eso suficiente para definir tan alto y bello concepto? Evidentemente, no.

Tampoco es ya admisible aquella frase con la que se definía en la antigüedad, que decía que "poesía es la expresión bella en versos", porque el gran saber de Aristóteles en su libro "Poética" consideró esa opinión nada acertada, y otros escritores de prestigio, como Edgar Poe, opinaba que "Poesía es una expresión musical", y Verlaine confirmaba esa opinión diciendo que "Poesía no era otra cosa que música".

Una opinión bastante generalizada admitía, hasta no hace mucho, que "Poesía es la expresión artística envuelta en palabra mágica…

En los amplios límites de esas definiciones no se termina de expresar el profundo sentido de tan alto concepto como es la Poesía, por ello nos vamos a permitir usar explicaciones de ciertas personalidades, incluso si fuese necesario ayudarnos de nuestras propias vivencias, sentimientos y emocionantes momentos de nuestra vida, que han impactado en nuestros corazones y que cualquiera de nosotros definiríamos como Poesía. Estoy seguro, que muchos de nuestro presente auditorio, han pasado por ese mágico momento en que una emocionante vivencia le ha llevado a sentir un cierto sentimiento bello, de expresión musical, ritmo y emoción que bien podríamos llamar Poesía.

Y ya en este punto de definiciones podemos citar algo que hemos leído más de una vez que dice: Poesía es, un verso de García Lorca, una melodía de Beethoven, una leyenda de Becquer, ciertas impactantes frases de Rabindranath Tagore. Es un idioma universal y único, con perfume emotivo y belleza musical...

Naturalmente, que la transformación de algo real en poesía, no es un fenómeno normal al alcance de todas las personas, ya que se necesita un espíritu y sensibilidad especial que es peculiar en los grandes poetas, que poseen una magia tal, que cuanto tocan se transforma en poesía.

Nuestra pretensión inicial de definir qué es Poesía, se ha reducido hasta ahora en una cita de opiniones más o menos acertadas, que ahora dejamos a un lado para entrar en ejemplos reales que nos ofrecen intelectuales y poetas de gran prestigio, cuya finalidad es la misma que nosotros hemos pretendido dar desde el principio describiendo sus definiciones, y en esa linea, por la vía del realismo, iniciamos ahora nuestras citas:

Cuando Gerardo de Diego preguntó en cierta ocasión al extraordinario poeta García Lorca, maestro de la metáfora, qué es Poesía, Federico quedó muy sorprendido y le respondió: -¿Qué puedo yo contestarle? -Tal vez podría definirle como son las nubes, o el cielo, o ese rumor fascinante de la próxima arboleda? Mi respuesta podría ser contemplar todo ello, observarlo detenidamente, pero nada más. –Comprenda que para un poeta sea muy difícil esa definición, dejemos tal respuesta para profesores y especialistas intelectuales en esos temas, y esté Vd seguro, que yo y Vd mismo u otros poetas, somos incapaces de dar esa definición… y Federico continuó divagando sin responder a la pregunta, pero la definición no llegaba nunca…

Y en este caso concreto, García Lorca, prosiguió hablando para si mismo en tono de reflexión: -Yo comprendo perfectamente cualquier poema, y podría hablar horas y horas sobre el contenido de los mismos, podría también hablar sobre música, si me gusta más o menos, así como también podría hablar sobre mil fantasías inventadas por mi cerebro, como podría ser "que la pasada noche se incendió el Partenón y yo contemplaba la catástrofe con profundo dolor", pero definir qué es Poesía, eso no es una pregunta para que la responda un poeta, tan rápidamente como Vd pretende…

Como se puede constatar, el poeta se siente incapaz de definir la poesía respondiendo a la pregunta de Gerardo de Diego, él, simplemente, no hace otra cosa que hablar, y quienes le oyen perciben que de su palabra brota la poesía, como el agua fluye de la fuente, y se diría que su palabra brilla y canta creando la poesía que emana de su cerebro con la misma facilidad que Minerva nació ya con talento de la mente de Júpiter…

También a comienzos del pasado siglo, el poeta Becquer, recibió idéntica pregunta de una bella señorita, al tiempo que le presentaba su álbum para que le insertara en él su respuesta. El poeta, sin vacilar, mirando embelesado a la hermosa, dama, escribió sobre la blanca página:


¿Qué es poesía me preguntas

clavando en mi pupila

tu pupila azul?

¿Qué es poesía?

Y tú me lo preguntas?

Poesía eres tu!!


¿Existe más bella respuesta para responder a tal pregunta? Ciertamente en ese momento no hay mejor respuesta, pero el fenómeno se repite, según se puede constatar, el poeta no define según las reglas de los especialistas intelectuales, porque no conoce el idioma ordinario, pero su palabra en vez de definir salta en el aire en mil pedazos, y cada pedazo, cada palabra, es como una flor, que se extiende en su alrededor perfumando y definiendo la idea de la poesía sin necesidad de hacerlo con la palabra.

Pero, estimados compañeros y amigos, estamos buscando una definición que no nos llega ni de unos ni de otros, consultemos pues a inteligentes críticos, y citemos como un primer ejemplo al poeta, filósofo y escritor, Miguel de Unamuno, quien apenas se le habla de poesía, se dirige a los poetas instándoles a "que escriban poesía con más densidad" y añade: "que se debe pensar lo que se siente, y sentir lo que se piensa" o sea que se salga del habitual tono imaginativo y se exprese en un tono más realista y racional, y a continuación, Unamuno, sincero consigo mismo, escribió poesía según lo que el concebía como debía expresarse, se trataba de un caso sobre los sentimientos de un amante cuando fallece su amada y él, Unamuno lo describe así:


Muere aquel que ve la cara de Dios,

nosotros, ambos, la contemplamos,

tu ya has muerto ¡amor mio!

y yo en un desierto ahora vivo

soñando siempre seguirte a ti…


Como se puede constatar, la poesía de esos versos, no brílla en forma de figuras retóricas exaltando el amor del amante por la fallecida amada. Desaparece la sentida fantasía romántica sustituida por un sentimiento realista, aun cuando vibra en su interno ese suspiro de la esperanza, que siente el amante en el reencuentro futuro con la amada. Para muchos amantes de la poesía, piensan, que eso no es poesía, porque el amante antepone el significado de su palabra, la idea real de su pensamiento, a la bella esperanza de su reencuentro…

Otros poetas no coinciden en sus opiniones con las expresadas por García Lorca o Miguel de Unamuno, porque se inclinan por otros estilos en los que se exaltan otros valores poéticos, citemos como ejemplo al poeta Antonio Machado y constataremos en los poemas de Antonio, que su poesía alcanza el ideal poético, sin utilizar rebrillos pintorescos, mostrando con apenas un perceptible ritmo y rima, la belleza de los conceptos que trata de expresar con suma sencillez, tal como se puede apreciar en el siguiente poema:


Anoche cuando dormía

Anoche cuando dormía

soñé, ¡bendita ilusión!

que una fontana fluía

dentro de mi corazón.

Dí: ¿por qué acequia escondida

agua, vienes hasta mí,

manantial de nueva vida

en donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía

soñé, ¡bendita ilusión!,

que una colmena tenía

dentro de mi corazón;

y las doradas abejas

iban fabricando en él,

con las amarguras viejas,

blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía

soñé,¡bendita ilusión!

que un sol ardiente lucía

dentro de mi corazón.

Era ardiente porque daba

calores de rojo hogar,

y era sol porque alumbraba

y porque hacía llorar.


Anoche cuando dormía

soñé ¡bendita ilusión!

que era Dios lo que tenía

dentro de mi corazón.


Antonio Machado era un hombre sencillo, sincero, que no gustaba frecuentar la vida social de artistas, bohemios y poetas de su tiempo: modesto y profundamente honesto, él sentía la belleza en sus largos silencios, la emoción intima de la soledad, su mundo interno de ecos líricos que mejor respondían a su concepto de la poesía, que él definía como "un profundo soplo del espíritu".

Él fue proclamado Académico de la Lengua Española, pero nunca leyó su protocolario discurso. Cuando los republicanos fueron vencidos en la guerra civil española, se exilió en el sur de Francia y unos días más tarde, el año 1939, falleció.

Y no podemos continuar hablando de estilos y definiciones poéticas, olvidando otra poesía modelo del siglo XV, que fácilmente se puede definir, porque es sencilla, con profundidad de pensamiento, y expresión sobria, sin apenas imágenes, pero de una belleza de formas extraordinaria, pero… ¿es esa que venimos de describir la definición ideal de Poesía? Estamos hablando de Jorge Manrique y esos versos que decía Lope de Vega "que debían estar escritos en letras de oro", siendo como son una elegía ¿podríamos calificarla como definición ideal de Poesía? Evidentemente no, la definición de Poesía no queremos referirnos a un verso más o menos bello, sino al concepto completo de esa palabra, pero antes de continuar con nuestra reflexión, escuchemos con atención algunos de los versos de Jorge Manrique, que en realidad merecen muchas loas:


Coplas por la muerte de su padre

Recuerde el alma dormida

avive el seso y despierte

contemplando

cómo se pasa la vida,

cómo se viene la muerte

tan callando;

cuan presto se va el placer

como después de acordado

da dolor

cómo, a nuestro parescer,

cualquier tiempo pasado

fue mejor…


o estos otros versos también de las Coplas:


Nuestras vidas son los ríos

que van a dar en la mar,

que es el morir:

allí van los señoríos

derechos a se acabar

y consumir;

allí los ríos caudales,

allí los otros medianos

y más chicos;

allegados, son iguales

los que viven por sus manos

y los ricos…


Y no hemos querido exaltar demasiado la poesía de Jorge Manrique, de un gran valor, pero si sus formas poéticas originales, sentimentales y profundas; y ya que venimos de citar a un poeta de hace muchos siglos, mencionemos también alguno de los poemas de poetas anónimos de gran valía, como puede ser uno del Romancero sobre el tema de la muerte, en esos días objeto de singular preferencia, se trata de


El enamorado y la muerte

Un sueño soñaba anoche,

¡soñito del alma mía!

soñaba con mis amores

que en mis brazos los tenía.

Vi entrar señora tan blanca

muy más que la nieve fría.

-¿Por donde has entrado, amor?

¿Cómo has entrado, mi vida?

Las puertas están cerradas,

ventanas y celosías.

-No soy el amor, amante:

la Muerte que Dios te envia.

-¡Ay, Muerte tan rigurosa,

déjame vivir un dia!

-Un dia no puede ser,

una hora tienes de vida.

Muy de prisa se calzaba,

más de prisa se vestía;

ya se va para la calle

en donde su amor vivía.

-¡Ábreme la puerta, blanca,

ábreme la puerta, niña!

-¿Cómo te podré yo abrir

si la ocasión no es venida?

Mi padre no fue al palacio,

mi madre no está dormida.

-Si no me abres esta noche,

ya no me abrirás, querida;

la Muerte me está buscando:

junto a tí, vida sería.

-Vete bajo la ventana

donde labraba y cosía,

te echaré cordón de seda

para que subas arriba,

y si el cordón no alcanzare

mis trenzas añadiría.

La fina seda se rompe;

la Muerte que allí venía:

-Vamos, el enamorado

que la hora ya está cumplida.


Impresionado por este poema y otros del Cancionero y Romancero de la Lírica española, Dámaso Alonso exclamó admirado: -estas son las más delicadas flores de nuestra Lírica, poseen el mayor embrujo de nuestra Poesía".

Seducido por estas loas y sobre todo por el atractivo de estos Romances, quise probar, con la mayor modestia, escribir un breve poema, que vosotros, mi auditorio, sabréis perdonarme, y que titulé:


Aspirando a otro vivir

Anoche soñé que quizás soñaba,

que en otro mundo me hallaba

al terminar mi postrero viaje

al que mi mente y mi yo aspiraban…

Soñé, que en el Cosmos empezaba

una nueva vida idealizada:

allí todos los seres se amaban,

allí la belleza todo lo envolvía,

allí la bondad era infinita,

allí la verdad era norma de vida!

Ay! ¿porqué esa vida ideal soñada

no es en la Tierra la de cada día?


Cuando desperté a nuestra realidad

reflexionando en mi mismo, me dije:

¿porqué el amor puro y verdadero

aquí solo es simple aspiración

y no habitual como seres amados?

¿Quién oso crear el odio humano,

el mal y la lucha entre hermanos?

¿Quién dio a la muerte signo desesperado

cuando debía ser paso a mejor vida,

tal como yo sueño y pienso cada día?

No es fácil estos enigmas descifrar,

no es fácil aunque fuere solo para soñar,

yo sueño dormido o despierto

que nuestro mundo debiera cambiar

con el lema lo Bello, Bueno y Verdadero

que ha sido siempre mi ideal!!


Próximo a mi viaje final postrero,

siento algo más que curiosidad,

en saber si iré a ese Cosmos soñado

en el que todo lo ideal es realidad!!


Y por no cansaros más, no insistiré en el tema que nos hemos propuesto, intentando definir qué es Poesía, pues en mi modesta opinión no hemos hecho otra cosa que citar definiciones de poetas e intelectuales de indudable talento, porque definirla de una manera incontestable, considero que es, algo más que difícil. Y sin embargo algo similar debió de ocurrirle al gran poeta Juan Ramón Jiménez, según expresa en unos breves versos, cuando invocando a la Inteligencia dice con acento lírico:


¡Inteligencia, dame

el nombre exacto de las cosas!

…Que mi palabra sea

la cosa misma,

creada por mi alma nuevamente.

¡Inteligencia, dame

el nombre exacto, tuyo,

suyo, y mio de las cosas!


Y en ese tono elevo yo también mi ruego a la Inteligencia con una misma petición.

Y puesto que ya hemos citado el nombre del gran poeta Juan Ramón Jiménez, permitidme que dé por terminada esta conferencia citando los bellos versos en los que Juan Ramón reflexiona sobre la vida y la muerte y nos dice:


Qué sucede a la música

cuando ya no suena?

Qué sucede a la brisa

cuando el viento no sopla?

Qué sucede a la luz si a lo negro

el resplandor lo envuelve?

Dime muerte,

¿no es eso quedarse inmóvil

en eterna oscuridad

y angustioso silencio?


Y siguiendo en el mismo tema, el gran poeta dice en su poema "El viaje definitivo", en estrofas de un lirismo inigualable, su pensamiento de esas horas de reflexión sobre la vida y la muerte, que solo Juan Ramón Jiménez sabe definir, cuando dice:


… y yo me iré,

y se quedarán los pájaros cantando;

y se quedará mi huerto, con su verde arbol,

y con su pozo blanco…

Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;

y tocarán, como esta tarde están tocando,

las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;

y el pueblo se hará nuevo cada año;

y en el rincon aquel,

de mi huerto florido y encalado,

mi espíritu errará, nostalgico…

y yo me iré; y estaré solo, sin hogar,

sin arbol verde, sin pozo blanco,

sin cielo azul y plácido…

lejos del popular tumulto

sordo y raro del finiquitado domingo…

… Y se quedarán los pájaros cantando!


Y este es el punto final. Muchas gracias por vuestra atención!

Antonio Marco Botella