LA DISONANCIA COGNITIVA

Hay razones de peso por las que la comprensión del proceso de disonancia cognitiva, junto con las prácticas curativas que lo acompañan, debería presentarse en las primeras etapas de cualquier camino espiritual que aspire a ser sano y estable.

Como quizá ya sepas, la psicología budista habla de tres grupos principales de complejos de respuestas relacionados con nuestros centros visceral, emocional y mental. Debido a que son subconscientes, estas tendencias o “identidades” suelen pasarnos desapercibidas y solo se detectan una vez ya han ejercido su influencia nociva –lo cual a menudo es demasiado tarde, dada su naturaleza distorsionada y egoísta. Por tanto, es evidente que las identidades representan un obstáculo formidable para desarrollar y cultivar no solo el Recto Pensamiento, la Recta Palabra y la Recta Acción del Noble Óctuple Sendero sino también, a un nivel más básico, la atención plena que el Budadharma recomienda para la vida diaria.

Como dice el Dhammapada: “Las gentes insensatas e ignorantes se permiten llevar vidas descuidadas, mientras que el sabio mantiene su atención como su posesión más preciada. […] El monje que se complace en estar atento, y reconoce el peligro de la negligencia, progresa como un incendio forestal, consumiendo todos los obstáculos grandes o pequeños que haya en su camino. El monje que se complace en estar atento, y reconoce el peligro de la negligencia, es incapaz de dejarse caer”.

A no ser que se descubran y disuelvan (o al menos se reduzca su poder considerablemente), estas identidades subliminales se alimentan del descuido y de hecho gobiernan nuestras vidas desde los rincones oscuros de la mente mediante sus motivaciones manchadas, que no siempre están de acuerdo sino que también pueden discrepar entre sí. Su instrumento más eficaz a tal fin son las soluciones cognitivas fraudulentas pergeñadas por la disonancia cognitiva.

Darse cuenta de ello es algo sumamente relevante en un camino de liberación como el Budadharma, en donde es muy probable que los avances del estudiante en la comprensión, la meditación y sobre todo en la aplicación de sus descubrimientos a la vida diaria despierten la oposición tenaz aunque silenciosa de las identidades, y a veces una auténtica cacofonía de cantos de sirena para desviarle de la transformación interna que amenaza a su hegemonía.

La disonancia cognitiva es por tanto una de las enseñanzas del Dharma más importantes que se pueden ofrecer si hemos de derrotar a las falsas resoluciones de la identidad. Como herramienta conceptual, este conocimiento deja bien clara la relevancia del Dharma a nuestras vidas diarias al desemascarar los trucos mentales que solemos hacernos cuando nos topamos con contradicciones y conflictos entre nuestras creencias y nuestros actos. Como instrumento sobrio de introspección y comprensión que es, este enfoque realista nos baja de las nubes y marca un rumbo sano y sensato que lleva a una mayor conciencia de nuestra condición humana, su potencial y sus dificultades, en contraposición a una hipotética iluminación que vaya a eliminar todos nuestros problemas de una vez por todas como por arte de magia.

A medida que vayamos leyendo estas explicaciones, si somos capaces de vernos a nosotros mismos con suficiente honradez en la intimidad de nuestra propia mente, probablemente reconoceremos ocasiones en las que nos comportamos con disonancia cognitiva. Con un poco de suerte, nos daremos cuenta entonces de la necesidad de entender a fondo cómo funciona, para así neutralizar sus posibles efectos adversos sobre nuestro desarrollo correcto y natural como seres humanos en camino de liberarse de las cadenas del samsara manchado.

LA DISONANCIA COGNITIVA

Lo primero que debemos recordar de la Disonancia Cognitiva es que, aunque es cognitiva por naturaleza, es un fenómeno subconsciente, y la consecuencia de la misma es una cognición convincente que resuelve la tensión subliminal y el estrés.

La disonancia cognitiva, por tanto, es una explicación teórica de lo que parece ser una solución ilógica (para otros) de un problema donde hay conflictos obvios en el sistema de creencias, actitudes e intenciones.

El estrés subliminal entre cogniciones en conflicto es la raíz de la disonancia. El sistema biológico responde a este estrés proveyendo una solución al conflicto, eliminando por tanto la disonancia.

Cuando la disonancia existe entre un comportamiento potencial y una actitud que prevalece, entonces la actitud será subconscientemente cambiada por datos que apoyen y acomoden al comportamiento deseado. En el caso de una discrepancia entre actitudes y comportamiento, lo más probable es que la actitud cambie para acomodarse al comportamiento.

En la situación más común, por ejemplo, de una adicción al tabaco, si existe una actitud cognitiva de que fumar daña la salud, apoyada por una cantidad masiva de datos, el deseo de fumar prevalecerá sobre todos esos datos, y cuando la disonancia se quede en punto muerto y no se pueda resolver de manera natural, se dará una solución mental, que es generalmente falsa pero suficientemente fuerte para hacer caso omiso de todos los datos disponibles, y por tanto apoya al deseo.

Esta nueva actitud tendrá un alto nivel de certeza, y existirá como una creencia impulsora. Tal creencia puede ser una completa locura, pero tiene tal fuerza que su poder sobre los datos es total... La simple creencia de "No puedo controlarlo" es un ejemplo de la fuerza de la Disonancia Cognitiva, así como la frase, escuchada tan a menudo, de "Sé que hay gente que ha fumado toda su vida y ha pasado de los noventa".

El estrés interno de la disonancia puede ocurrir en cualquier nivel del proceso cognitivo y puede darse entre actitudes en competencia, creencias, deseos, y otra serie de diferentes combinaciones de la Identidad.

Puede incluso que haya un completo conocimiento de la inconsistencia del comportamiento, pero a pesar de eso, la Disonancia persiste. Puede también que haya un completo desconocimiento de la disonancia y que las soluciones siempre parezcan lógicas.

En el caso de la Meditación, por ejemplo, que aquí es nuestro tema principal, si existe la clara creencia de que las enseñanzas y meditaciones son importantes, pero ciertos factores se oponen a esas enseñanzas y meditaciones con igual fuerza, el peso de la cognición será aplicado hacia uno de los lados, alejándose de las enseñanzas y meditaciones.

Añadir un poquito de peso a un lado puede ser suficiente para inclinar la balanza entre una actitud cognitiva o una fuerza opositora visceral o emocional.

La consecuencia podría ser la creencia con cierta certeza en cosas tales como "No tengo tiempo", "No funcionará", "No tengo la energía", "Tengo responsabilidades importantes", y más y más, hasta el nivel cognitivo más superior de "Si nos desprendemos de nuestras Identidades, nos convertiremos en vegetales", o "El Amor es importante para mí y no quiero dejarlo". Las alternativas disonantes son infinitas.

En realidad, en nuestras vidas podemos declarar que hay una pauta, la de las Identidades Subliminales, y que su instrumento más efectivo son las soluciones cognitivas fraudulentas de la Disonancia Cognitiva.

FACTORES QUE INFLUYEN EN LA DISONANCIA

Hay dos factores que afectan a la fuerza de la disonancia:

1. El número de creencias disonantes

2. El peso o importancia dados a cada uno de los factores disonantes

Lo que consideremos como verdad no juega ningún papel en la disonancia o en su resolución. El peso o la importancia provienen de los impulsos de la Identidad y no hacen falta razones lógicas para otorgar ese peso. Puedes ver por tanto que las complejidades de la Identidad subliminal de Confusión, Adquisición y Aversión en sí mismas pueden entrar en

conflicto, produciendo disonancia. El simple conflicto entre el impulso adquisitivo de poseer unos pendientes de oro puede entrar en conflicto con el de aversión de que te pillen robándolos. La disonancia resultante puede quedar resuelta en favor de la codicia con la simple resolución disonante "Nadie me va a ver robarlos".

Tan alto es este nivel de resolución disonante que uno podría estar de acuerdo con el concepto de disonancia, pero se protege a sí mismo creyendo que nunca usa la disonancia para resolver problemas importantes... ESTO ES DISONANCIA, o alternativamente, "Todo es disonancia", lo cual despeja eficazmente el conflicto personal con respecto a la "resolución disonante de culpa". ESTO ES TAMBIÉN DISONANCIA.

ELIMINAR LA DISONANCIA DESTRUCTIVA

Usando la lógica, hay tres maneras legítimas en las que uno puede eliminar la disonancia:

(1) Reducir la importancia de una de las creencias disonantes

(2) Añadir más creencias consonantes a uno de los elementos para debilitar al otro

(3) Cambiar ambas creencias disonantes de tal manera que no sean inconsistentes nunca más

En otras palabras, debemos usar el proceso de disonancia en si mismo para dar peso a la actitud, la intención, o la creencia fundamental más correcta en la vida.

El problema es, ¿cómo podemos evitar caer en las diversas trampas inconscientes de la Identidad?

Bien, tenemos una gran ventaja y es que la resolución de la Disonancia es una solución natural de la tensión resultante y el estrés entre actitudes, intenciones y creencias en conflicto... Por tanto, las complejidades de la Identidad no pueden originar o cambiar el proceso natural del sistema... Lo único que pueden hacer es desviarlo y cambiar su dirección para encajarlo en los requerimientos de la Identidad, el deseo y el apego, ya sea encadenado a un proceso fisiológico debilitante o no.

Incluso condenarse a sí mismo por un comportamiento que se ha generado como consecuencia de una solución disonante puede tener el efecto inverso.

La constantes reproches de "No debería jugar" pueden en realidad conducir a una repetición del comportamiento disonante de jugar.

Como ves, este tema es muy complejo y es, quizá, una de las más importantes enseñanzas del Dharma que se puedan ofrecer para derrotar los efectos disonantes de las resoluciones.

Lo que deberíamos recordar es que la disonancia normal del día a día en el Samsara está controlada por la Identidad. Como modelo de trabajo, evitaremos complicaciones y diremos que todos los conceptos sociales (el factor del deber) son una función del Super-ego o Identidad de AVERSIÓN... Esto no significa que todas las reacciones de la Identidad de AVERSIÓN estén relacionadas con la sociedad, pues muchas posiciones Aversivas, así como actitudes y creencias, se pueden haber desarrollado por experiencia.

En oposición a esta Identidad Aversiva están la Identidad ADQUISITIVA y la Identidad de CONFUSIÓN; igualmente, hay a menudo un conflicto entre la identidad de Confusión y la de Adquisición, así que tenemos tres grandes áreas de conflicto. Y para complicarlo aún más hay una cuarta identidad, relacionada con las predicciones de futuro, pero vamos a ignorarla por el momento.

Llamaremos a esto los Conflictos entre Identidades.

También hay Conflictos dentro de cada Identidad, en los que puede haber diferentes actitudes o creencias del Super Ego en conflicto, diferentes emociones del Ego en conflicto, o diferentes impulsos del Yo en conflicto. El número de conflictos puede ser innumerable e imposible de detectar o considerar.

Pero la mayoría de estos conflictos se decididen por la "lucha interna", y lo que nos concierne aquí son simplemente aquellos conflictos en los que la Identidad entra en conflicto, ya sea interno o entre ellas, y que resultan en disonancia, que es una situación conflictiva que causa estrés interno y tensión incesante.

Recuerdo para esto la decisión de Salomón, en la que dos mujeres luchaban por los derechos de un bebé. El rey, tras no ver una solución obvia a la disputa, dijo que las dos madres podrían tener el niño. Dijo que cortaría al niño por la mitad y cada una se podría llevar una parte. Una de las madres estuvo de acuerdo, y la otra empezó a llorar y dijo: "No, dáselo a la otra". Entonces Salomón dio el niño a la madre que estaba dispuesto a ceder el niño a la otra para salvar su vida.

Sea un mito o no, esa es la cuestión... Había un conflicto que parecía imposible de resolver... La mente encuentra información adicional manipulada para resolver el conflicto... Esa es una resolución de la disonancia que es correcta y natural.

De todas formas, si Salomón hubiese mirado a las dos y decidido que una de ellas (la incorrecta a primera vista) tenía las piernas más bonitas y hubiese fallado a su favor diciendo que tenía piernas más resistentes para llevar al niño, eso hubiera sido el equivalente a una resolución de disonancia incorrecta, realizada por un juicio de la Identidad.

De acuerdo, si entiendes de manera general qué es la disonancia y el hecho de que su resolución por la Identidad no es una respuesta correcta y natural, entonces veamos: