LA DOCTRINA DE LA MENTE

Las Ocho Conciencias

Las primeras cinco conciencias son bastante fáciles de entender. Cada una de ellas es una conciencia de uno de los cinco sentidos del Qi defensivo. Sabemos que este Qi defensivo en realidad es energía que tiene la función de defender contra las irritaciones externas un sistema por lo demás cerrado. Este Qi defensivo en neutral en sí y su función se limita a informar de la existencia de una irritación a una de las bases de los sentidos.

Esas señales se envían a los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro. En el izquierdo se aplican las operaciones de sensación, discriminación, percepción, cognición y conciencia. En el derecho, las señales son más sencillas pero aun así importantes; esas señales simplemente indican que el Qi defensivo está en acción en las bases de los sentidos.

Hay por tanto una conciencia del oír, una conciencia del ver, una conciencia del oler, una conciencia del saborear y una conciencia del tocar, cada una de las cuales opera como consecuencia de unos receptores muy evolucionados.

La sexta conciencia se llama conciencia de la mente (mano-vijñana). También es en realidad un Qi defensivo, pero su operación no se dirige a estímulos externos.

Aunque se le llama "mente", en realidad es una conciencia pensadora y su fuente es la detección de la operación interna por la que se envían señales desde la cognición al centro de la conciencia. Al hemisferio derecho también se le pasa la información de que esta conciencia está activa de manera correcta y nada más, porque, por lo que a nosotros nos concierne, la conciencia del hemisferio derecho se limita a informar del correcto funcionamiento, no del contenido de la información.

Debemos señalar aquí que a esta colección de seis conciencias, cuando se reciben en el hemisferio derecho, se le llama ESENCIA.

La séptima conciencia es la "mente pensadora afligida" (klista-manas) y la octava conciencia es lo que aquí podríamos llamar la conciencia del Principio Masculino, que sabemos que es la expresión de los programas pasivos del Principio Femenino del hemisferio derecho.

En sentido general, estas ocho conciencias son operaciones del hemisferio izquierdo, mientras que la novena se asemeja a los programas y operaciones del Principio Femenino del hemisferio derecho.

Recuerda que este modelo de nueve conciencias explica por qué estamos inmersos en la falsa creencia en las ilusiones del Samsara (la delusión) así como la forma en la que podemos liberarnos de esta falsa suposición de nuestra existencia y de la existencia de todos los fenómenos como realidades separadas unas de otras.

Puedes ver que el movimiento interno de la información desde las conciencias sensoriales (pravrtti-vijñanas) se transforma mediante la CONCIENCIA DE LA MENTE PENSADORA, que en sí es una conciencia interna genérica de qué es cada estímulo.

Entonces, la CONCIENCIA DE LA MENTE AFECTADA, que trabaja junto con la conciencia de la mente pensadora, colorea las impresiones de la mente natural no afectada y da pie a las aflicciones del gusto, el "no-gusto" y la indiferencia intelectual en vez de los programas naturales de afecto, desafecto y neutralidad.

Estas experiencias se depositan como impresiones residuales en la octava conciencia, la Alaya-vijñana subconsciente.

Una octava conciencia natural en estado de atención (awareness) y no dormida es capaz de aceptar o rechazar esas impresiones residuales una vez la conciencia de la mente afligida ha sido apartada o silenciada.

Si ése no es el caso, entonces esas impresiones residuales se depositan sobre la octava conciencia y la operación natural de proveer la expresión correcta de los programas naturales del Principio Femenino queda tapada y sobreescrita.

Necesitamos entonces, como practicantes Chan investigadores, entender la Alaya-vijñana, la posible contaminación permanente de Alaya-vijñana, las operaciones de la "mente pensante afligida" (klista-manas), y la operación de la novena conciencia en la posible rectificación del virus mental afligido.