EL ESPÍRITU DE VIPASSANA: KU-XIN SHAN

Ku-xin shan enseñando

Los aparentes objetivos de Vipassana parecen lejanos a un verdadero principiante que busca algo más que un consuelo del sufrimiento, una vida feliz, o una fórmula para el Despertar. Propongo aquí como un ejemplo moderno, una guía de vida, la vida de Ku-xin shan, quien avanzó a partir de una existencia tradicional para pasar por una vida más sencilla, después por el camino gradual de Vipassana y más tarde alcanzar los reinos superiores; desde una educación tradicional como princesa judía, Ninette Diane Obadia llegó a ser una Maestra de Vipassana y una practicante avanzada del Chan y el Tao.

Vipassana no es un método dirigido a eliminar el sufrimiento. Es un camino para dejar a un lado la ilusión de la Identidad, esa Identidad auto-inmune que genera confusión, codicia debilitante y aversión (los 3 venenos).

Ello requiere el espíritu que muestra y enseña Ku-xin shan, quien era esa princesa, y avanzó gracias al coraje, paciencia, serenidad, determinación, perseverancia e introspección sincera, así como un distanciamiento del Samsara manchado.

Ella es la evidencia de que tal cambio es posible sin encerrarse uno mismo dentro de un monasterio budista o sin sofocar el propio espíritu con ritos y ceremonias, incluso sin perder el contacto con sus raíces tradicionales de la Kabala.

Este relato es al mismo tiempo su historia y una inspiración para aquellos que están encadenados al Samsara, y a través de su ejemplo puedan ver que un estado natural mejor, viviendo en este mundo sin pertenecer a él, es posible.

Shan-jiàn