La Flecha y el Arquero

LA FLECHA Y EL ARQUERO

LA MENTE Y LA CONCIENCIA

EL ARCO Y LA FLECHA

Aunque en este curso de Mahamudra hablamos de mente y conciencia, debéis recordar que eso no son más que palabras, descripciones de lo que está más allá de la conciencia; y que la mente y la conciencia –exactamente igual el arco y la fecha– no se deben separar ni aun cuando, como el vuelo de la flecha, la conciencia vuela en dirección a algún objetivo.

¿Qué es la Mente? ¿Dónde está la Mente? La segunda pregunta es fácil de responder: en ninguna parte. La primera cuestión es más compleja, pues el intelecto nos fuerza a describir algo que todos estamos de acuerdo en que no está en ninguna parte, de modo que la mente consciente no la puede tocar ni descubrir directamente. Y, sin embargo, la conciencia sabe paradójicamente de su propia existencia. “Mi mente está ahí, en alguna parte”. Pero notad claramente que esta mente no sólo parece existir efímeramente, sino que es propiedad de la identidad en su condición de mente manchada.

La mente es por tanto el instrumento para saber. De la misma manera que el arco con una cuerda tensa es potencialmente capaz de transmitir su fuerza al vuelo de la flecha, así la mente es capaz de darle fuerza a la conciencia. La mente es por tanto el instrumento para saber. ¿Qué le hace falta saber al instrumento? La respuesta es: sólo lo que el sistema natural tiene que saber para la supervivencia de la FUERZA DE LA VIDA.

Así pues, aquí vemos in ciclo natural. Igual que la serie que va del Arquero a la Diana le proporciona sustento al cazador como resultado de su acierto, para que el cazador siga adelante con su existencia, así la serie que va de la Verdadera Naturaleza a la Diana procura una continuación de la Fuerza de la Vida. Podéis ver que si la identidad, sin entrenamiento como Arquero, simplemente usa el arco y las flechas sin destreza, sólo para divertirse, no se le rinde servicio a la Fuerza de la Vida.

En tales caso, los hábitos de la identidad con su arco y flechas sólo sirven para crear fuerzas de hábito que actúan contra el flujo natural de la vida y, con el paso del tiempo, destruyen la secuencia y el instrumento. El cazador inepto siempre puede hacerse un arco nuevo, pero no es tan fácil adquirir una nueva Mente y Conciencia.

Os daréis cuenta de que un arco se compone de dos partes:

El mango

El mango del arco está hecho de varias partes ensambladas con precisión en láminas. Igualmente, el mango de la mente humana está compuesta de partes unidas con precisión en láminas. Esas partes son:

1. Las caras externas de los receptores (los cinco sentidos) en contacto con lo desconocido. Esas caras captan una imagen refleja del mundo exterior lo mejor que pueden según sus características.

2. Los sensores físicos de cada modalidad (ojos, oídos, lengua, nariz, piel).

3. La cara interna de los receptores, que podemos llamar la Sensación Pura o el DEVENIR de la CONCIENCIA.

4. El proceso de la Sensación

5. El proceso de la Discriminación

6. El proceso de la Percepción

La cuerda

La cuerda parece ser bastante sencilla en un arco. Se compone de un número de hilos, hoy en día de dacron, trenzados para mayor fuerza. En el caso de la mente humana podemos emplear esa misma analogía, porque la cuerda de la mente humana es el proceso de volición humana. No cometáis el error de pensar que son las actitudes, intenciones y preparación para actuar de la Volición, es el PROCESO con todas sus múltiples facetas.

¿Veis que en nuestro arco humano (la mente) hay cuatro procesos?:

1. Sensación

2. Discriminación

3. Percepción

4. Volición

Deberían resultaros familiares. Son cuatro de los cinco skandhas.

¿Dónde está el quinto? Ah, sí, igual habéis deducido correctamente que es 5. la Conciencia.

La conciencia es saber. La conciencia es la Flecha que conoce la Diana.

LA ALJABA Y LAS FLECHAS

La aljaba de nuestras mentes humanas es sin duda nuestro magnífico sistema nervioso central. ¿Qué flechas contiene la aljaba? Es una aljaba mágica. En cuanto sacas una flecha para dispararla, aparece otra por arte de magia en ella. Pero la flecha que hay en la aljaba de un arquero no es cualquier palo de madera. Se ha cortado y tallado a la perfección. De igual manera, nuestra colección de flechas humanas se ha formado a la perfección a lo largo de miles de años de evolución humana.

Las dos lengüetas

La flecha del arquero consiste de varias partes: la muesca para la cuerda del arco, el astil, tres plumas, la punta y dos lengüetas.

Es sin duda una feliz coincidencia para nuestra explicación que la flecha de la conciencia humana también tiene ocho partes:

La conciencia de la visión

La conciencia del oído

La conciencia del olfato

La conciencia del tacto

La conciencia del gusto

La conciencia de la mente (no la conciencia de los contenidos de la mente, que sería el acto de pensar).

La conciencia de la identidad manchada

La conciencia Alaya

Las seis primeras no constituirán ninguna sorpresa, seguro. La séptima es todo un shock, pero es la verdad: el miserable elemento de la identidad está en nuestra aljaba humana. ¿Qué es, entonces, la conciencia Alaya? Es una conciencia de la Fuerza de la Vida. Es la que genera la fuerza vital de nuestras vidas.

Podemos considerar que la muesca es la conciencia de la Fuerza de la Vida y que la conciencia de la mente es la punta de nuestra flecha. El astil de cada flecha –en el manojo actual de flechas que se reponen consistentemente por arte de magia en la aljaba humana– es la conciencia de la identidad manchada. Ni que decir tiene que ese astil está torcido y por eso ninguna de nuestras flechas alcanzara jamás el blanco. El ciclo de nuestra existencia siempre se echará a perder. En ese caso, la calidad de la muesca ajustada al astil carece de cualquier valor. La Fuerza de la Vida se ha quedado estéril.

Por eso decimos que la identidad manchada se extiende sobre Alaya y destruye su forma natural. Está claro que lo que hay que conseguir es sustituir de alguna manera el componente destructivo de nuestro sistema mágico que fabrica las flechas de la conciencia.

Así, podemos ver que la preparación esencial en el Mahamudra deberá:

1) Sustituir los astiles retocidos por astiles de SABIDURÍA.

2) Cambiar la naturaleza del Arquero Potencial para que pueda convertirse en parte integral del proceso.

3) Generar el claro potencial de la FUERZA DE LA VIDA.

Entonces, y sólo entonces, reinará en plenitud el estado de Mahamudra como ciclo.

La sustitución de los astiles de flecha se desarrolla mediante una atención plena y completa a las enseñanzas sin la fuerza destructiva de la identidad ni la presencia de estados cognitivos de la mente. El cambio en el Arquero Potencial se adquiere mediante la meditación disciplinada y determinada. La generación del claro Potencial de la Fuerza de la Vida se consigue por la aplicación de las enseñanzas y la meditación a la vida diaria.

Es la tercera parte la que resulta más difícil de las tres, pues los impedimentos de la identidad tienen gran poder de distracción en esta época actual. Lo que hay que desarrollar no son ideas de dominio mediante leyes rígidas, sino refrenar las acciones no apropiadas en uno mismo. Igual que no se puede detener a un caballo desbocado tirando con severidad de las riendas, taampoco las acciones no apropiadas se pueden parar usando la fuerza mental o una resolución determinada. La palabra que el Buda usaba en sus discursos era REFRENAR... No decía NO MATES; eso habría sido un error y equivaldría a un mandamiento cristiano. El Buda dijo REFRÉNATE DE COBRAR VIDAS. La diferencia igual parece bastante sutil, pero es de suma importancia.