Las Conciencias Críticas

Alaya-vijñana como Principio Masculino

Es útil aquí considerar a la Alaya natural sin manchar como si tuviera dos partes, aunque hay que recordar que sólo estamos construyendo un modelo de algo que en realidad no tiene partes, ya que no es más que energía.

A una parte la llamaremos la base, Asraya, donde el fruto ya ha madurado, y a la otra el semillero, Asrita, donde se siembran las nuevas semillas. En ambos casos es necesario un cuidado continuo.

Ambas se corresponden con las antiguas impresiones residuales, expresiones programadas de la ‘evolución pasada’ y ‘nuevas semillas de evolución’ –impresiones residuales que, después de la evolución, con el tiempo pueden incluirse o no en la base de la expresión del Principio Masculino.

¿Qué hace Alaya con esas impresiones residuales? FormaN la base de las ilusiones de todos los fenómenos cognoscibles, todas las fuerzas de vida válidas, y las impresiones residuales inmediatas que se depositan sobre ella. Siendo eso así, ninguna de las impresiones residuales que se depositan ni de las fuerzas de vida se pueden nombrar.

Sin embargo, aunque están marcadas por las conciencias de los sentidos, carecen de individuación; es decir, se sabe todo pero no se puede identificar de ninguna manera como esto o aquello. Todo está sin diferenciar. En esa condición, no cabe ninguna evaluación de su moralidad.

Aunque Alaya tiene esas huellas residuales depositadas sobre ella, no es la memoria en sí (aunque sin duda hay una memoria de un tipo u otro asociada con ella), sea como huellas primordiales de la memoria, huellas de la memoria de largo plazo o, en el caso de huellas residuales recientes, quizá huellas de la memoria de corto plazo.

Alaya forma por tanto una base válida y actúa como comparador de las huellas residuales recibidas, que se pueden rechazar o no según haya un encaje óptimo natural o no con las huellas antiguas prevalentes.

Podemos suponer que la definición de las huellas antiguas evolucionadas lleva la marca de los parámetros de supervivencia correcta y natural de los programas Femeninos de la Fuerza de la Vida, y que eso es lo que se usa como base para determinar el encaje óptimo.

La calidad constante de Alaya depende del alimento continuo por parte de Shén, que transforma los principios pasivos en bases de la expresión correcta, así como del alimento constante del Celo para la correcta aparición de nuevas huellas residuales que refinen la aplicación de los programas de la Fuerza de la Vida y formen el material posterior, por medio de la evolución, para una mejor definición de todos los principios de la Fuerza de la Vida.

Impresiones residuales

La pregunta interesante aquí es si las huellas residuales depositadas como semillas son permanentes o no. Ciertamente podemos afirmar que las semillas que se siembren se deben cuidar para seguir siendo constantes y eso supone un refuerzo de algún manera u otra.

Esto se aplica tanto a la semilla directa natural como a la semilla de la klista-manas.

Las huellas naturales y correctas de Alaya como semilla que actúa como parte integral del Principio Masculino se estabilizan y alimentan por la actividad de refuerzo potente, a través de su uso constante como comparador válido, y se debilitan por la aparición y el refuerzo de las huellas depositadas por la klista-manas.

La operación del fuerte motivador que es el Celo debilita la conexión de identidad y permite que las huellas naturales entren en el comparador de Alaya para ser evaluadas, con lo cual refuerzan esa asociación. Como ocurre con otros órganos físicos y mentales, la falta de uso produce atrofia.

Dado que la función de la Fuerza de la Vida misma es la búsqueda de nueva información, la existencia constante de la klista-manas da como resultado que la base de Alaya también caiga en el desuso. En ese caso, el Shén se ve reducido y la consecuencia es una atrofia generalizada de Alaya.

Cuando eso ocurre, el gobierno del sistema cae por completo en manos de la identidad.

Por suerte, el sistema se puede restaurar para recuperar su eficiencia natural con las meditaciones del Celo a un nivel y con la contemplaciones de Shén en otro.

Klista-manas

Klista-manas es en realidad la conciencia manchada del Samsara que deposita sus huellas residuales cargadas de identidad en el semillero de Alaya. Eso tiene como consecuencia la percepción errónea de que “yo”, “mí” y “mío” existen como percepciones de Alaya, y la conciencia de Alaya se acepta en calidad de “yo” (self).

Esta klista-manas en sí no es ni virtuosa ni no virtuosa; simplemente es el generador del establecimiento erróneo de la identidad, que da pie a la aparente realidad de la existencia independiente de todos los fenómenos, sean externos o mental.

Se asocia con la sensación, discriminación, percepción, volición (como cognición) y la corriente de la conciencia (atención), junto con la identidad de confusión (atma-moha), adquisitividad (atma-sneha), aversión (atma-mana) y, naturalmente, la opinión equivocada sobre la existencia del “yo” (atma-drsti).

Pero las experiencias reales de sensación presentes en esa conciencia klista-manas son neutrales (upeksa), dado que las experiencias teñidas de sensación, discriminación, percepción y volición se generan en la cognición misma y se experimentan en forma de pensamiento consciente.

Es bastante extraño, pero obviamente la klista-manas no puede existir commo proceso sin la presencia de Alaya y podemos decir por tanto que la klista-manas tiene a Alaya como soporte.

La novena conciencia: Amala-vijñana

La novena conciencia es Amala-vijñana. En una conciencia llamada tattva, cuya mejor traducción es “talidad”.

Esta talidad es la experiencia más allá de las palabras y los sentidos relacionados con ellas que entran en contacto con cualquier fenómeno. Es experimentar, no saber, la verdadera naturaleza de las cosas. En chino se le llama 眞如, zhēnrú, y esos caracteres quieren decir “la verdad tal como es”; es decir, para los estudiantes del Dharma Chan y el Dao, la “madera no tallada”.

Como tal, se trata de un conjunto de procesos no manchados del hemisferio derecho. Aunque son una sola cosa, se pueden dividir en tres procesos: el proceso de generar la función, el proceso de generar la esencia y el proceso de generar la forma no diferenciada.

Cuando lo mencionan, los textos afirman que tiene dos dimensiones; pero en realidad están hablando de la “esencia”, que de hecho OBSERVA la operación de los seis sentidos, sin su contenido u otra información, y simplemente está OBSERVANDO sin ser un observador, ya que vigila el sexto sentido del pensamiento y su funcionamiento sin tener en cuenta tampoco su contenido.

Es este OBSERVAR el que es convertido por Alaya en la sensación de “yo” y por klista-manas en una identidad que está manchada.

La novena conciencia es indestructible mientras dure la conciencia plena, pero se modifica por la evolución ya que, en calidad de Principio Madre, su función principal es la supervivencia de la especie a la que sirve.

Las contemplaciones de Chan permiten experimentar la función, esencia y forma no diferenciada y es a partir de esas experiencias, cuando se mora en ellas, como llega el despertar a la talidad plena.