3. EL ENCUENTRO MEDITATIVO DE BUDA CON VITAKKA Y VICARA

Debemos recordar que no estamos tratando con la meditación posterior de Buda bajo el árbol del Bodhi, sino su primera meditación eficaz de los jhanas, que reveló una manera futura y potencial de meditar.

Se suele considerar que la meditación de los jhanas es eficaz en tres niveles:

1. El inferior, dado que se ha logrado hace poco (Hina).

2. El de intensidad media (Majjhima), dado que no se ha desarrollado del todo.

3. El que es superior porque está plenamente desarrollado (Panita).

La primera meditación de Buda de los cuatro jhanas sin la realización Bráhmica fue de la variedad inferior. Sin embargo, estaba correctamente desarrollada, ya que tenía buena práctica con los métodos tradicionales.

Hablemos ahora de ese desarrollo correcto.

Paravahera Vajranana Mahathera nos ofrece una clara exposición de la meditación hasta el cuarto jhana, cuando se desarrolla completamente:

“Él, con la mente así concentrada, purificada, luminosa, sin mancha, limpia de las impurezas, flexible, lista para actuar, firme e imperturbable, se vuelve y aplica la meditación a la adquisición de conocimiento, que consiste en conocimiento superior e intuición (Abhinna)”.

Usando el sistema de ocho niveles de jhanas, y no los nueve niveles que describe el Abhidhamma posterior, sabemos que el primer jhana de la meditación de Buda bajo la pomarrosa en su primer nivel contenía Vitakka, Vicara, entusiasmo y gozo. Podemos preguntarnos entonces cuál fue el tema que seleccionó y organizó para su meditación.

Podemos intuir que, dado que era un festival espléndido, el príncipe se sentó a contemplar algo sencillo, quizá agradable, como la naturaleza de la Tierra o el cielo. Pero su temperamento como persona de inteligencia y aversión sugiere que fue un tema más serio, que quizá lo turbaba.

Personalmente, me imagino que tendría relación con las tres experiencias de enfermedad, vejez y muerte que había tenido hacía poco tiempo, ante las que exclamó “Y esto, ¿me podría pasar a mí?”, junto con su propio terror a su reacción de apegarse a los fenómenos por un lado y su rechazo intelectual por otro.

Me imagino por tanto que el tema fue EL SUFRIMIENTO HUMANO, aún sin divorciar de sus recientes e inexplicables experiencias. No tenía interés en la realización Bráhmica ni en ningún conocimiento divino. Su interés se centraba en Vijjha y Carana, es decir, el conocimiento y la conducta, que contrastaban con su aprendizaje educativo acerca de las reglas sociales arbitrarias y la pureza ceremonial.

Y así, morando con este tema en Vitakka del primer jhana, dejó atrás toda conceptualización verbal, sensación, discriminación y percepción; y morando luego en el apoyo sostenido de Vicara, también dejó que eso se desprendiera al entrar en el segundo jhana.

Sa-Vitakka – Sa-Vicara-matta fueron por tanto deliberativas y conceptuales.

A-Vitakka – Sa-Vicara-matta fueron no deliberativas, pero conceptuales.

A-Vitakka – A-Vicara fueron no deliberativas y no conceptuales.

Así, con entusiasmo y gozo continuó su meditación, soltando cada jhana por turnos hasta que llegó al cuarto, que le permitió volver su mente hacia un conocimiento superior no conceptual e intuición (Abhinna) en relación con el Sufrimiento, que estaba más allá de la última conceptualización y dentro del lenguaje inconsciente de las experiencias funcionales.

Fue quizá este primer intento, aunque inferior, el que reforzó su deseo de dejar atrás el samsara que le atemorizaba, abandonando su hogar, su mujer e hijo, para ir en busca de una verdad mayor que la que podían proveer las realizaciones Bráhmicas.