Y mucho más que veremos viendo

Edgar Allan Poe y yo

hay rato que paseamos por los sueños,

meditando.

El vestido de levita

y yo cantándole

mis últimas canciones

por los parques desolados

(porque los sueños tienen parques desolados,

y mucho más

y mucho más

que veremos viendo poco a poco).

Pues Edgar Allan Poe y yo,

o Eddy, como yo lo llamo cariñosamente,

conversábamos

acerca de las flores venenosas,

el opio y los puñales de las tribus de tuaregs

(porque en los sueños se ven cosas todavía,

y mucho más

y mucho más

que veremos viendo poco a poco).

A veces caminamos hasta Nueva Zelandia

o hasta sitios en el Brasil

donde se cazan buenas cabezas.

Otras, vamos a Grecia

con los contrabandistas,

o bajamos al Maelstrom

por deporte, por decirlo así.

Pero Eddy y yo tuvimos

que dejar de vemos, lamentablemente.

Fue cuando conocí a Lady Ligeia.

La muerta me observaba

demasiado y me gustaba.

sus ojos parecían mirar

de más allá de donde miran los ojos

comúnmente,

y no noté que Eddy enfurecía.

La muerta me miró hasta que desaparecieron

para siempre

(porque hay cosas como ésta hasta en los sueños,

y mucho más

y mucho más

que veremos viendo poco a poco,

que veremos viendo poco a poco).