María

María, te pareces al viento,

a ese viento que pasa

por entre las casas

y vuela la tranquilidad

hacia el mar.

María, es tu nombre un misterio

porque amas las cosas

que no tienen dueño:

el cielo, la luna y el mar,

la ciudad, el cristal.

María, tienes pocos amigos,

ay, María, porque entiendes los ríos.

El tiempo pasará

y no te importará

seguir diciendo amor

frente al primer dolor.

Pero los años van

a desgarrarte a ti

como le pasa a él,

como me pasa a mí,

María.

María, no hace tanto jugabas

con muñecas y casas,

pero ya ves: el tiempo pasa

como si alguien fuera tras él

a correr.

María, que no llegue el momento

en que mil juramentos

lanzados al viento

te hagan tu mundo dejar:

no podrás regresar.

(1967)