Caballo místico

Érase un caballo con dos alas

que subía, que volaba

como volaría el amor.

Érase un caballo con un cuerno

en la nariz que en primavera

se hizo buen galopador.

Érase un caballo con un hombre

y un arquero todo junto

con un solo corazón.

Érase que un beso era el olimpo,

érase que abril era a las cinco.

Y las patas del animal místico

se enredaban en el aire

con su galope magnífico.

Y era que te había conocido

con tu nombre que volaba,

con tu pequeño vestido.

(1978)