El necio

Para no hacer de mi icono pedazos,

para salvarme entre únicos e impares,

para cederme un lugar en su Parnaso,

para darme un rinconcito en sus altares

me vienen a convidar a arrepentirme,

me vienen a convidar a que no pierda,

mi vienen a convidar a indefinirme,

me vienen a convidar a tanta mierda.

Yo no sé lo que es el destino,

caminando fui lo que fui.

Allá Dios, que será divino:

yo me muero como viví.

Yo quiero seguir jugando a lo perdido,

yo quiero ser a la zurda más que diestro,

yo quiero hacer un congreso del unido,

yo quiero rezar a fondo un hijonuestro.

Dirán que pasó de moda la locura,

dirán que la gente es mala y no merece,

mas yo seguiré soñando travesuras

(acaso multiplicar panes y peces).

Dicen que me arrastrarán por sobre rocas

cuando la Revolución se venga abajo,

que machacarán mis manos y mi boca,

que me arrancarán los ojos y el badajo.

Será que la necedad parió conmigo,

la necedad de lo que hoy resulta necio:

la necedad de asumir al enemigo,

la necedad de vivir sin tener precio.

(1991)