La oscuridad
La oscuridad tiene una textura
trabajada en inseguridad.
Nunca sé bien
cuando están mis ojos
más despiertos:
si antes o después.
La pulpa de penumbra
guarda animales.
Conchitas retorcidas
y luminosas.
Brillantes puntos negros,
cosas interminables.
Es una catalepsia sincopada
con el amanecer alucinado.
Junto al silencio de bogar
con remos de color de sol
en un espeso lago de petróleo.
¡Petróleo!
Es tal como querer mirarlo todo
con unos catalejos que son ciegos,
pero tener la exactitud,
la indescriptible orientación,
con la puntualidad
de un gran murciélago.
¡Murciélago!.