Mariposas

Hoy viene a ser como la cuarta vez que espero

desde que sé que no vendrás más nunca.

He vuelto a ser aquel cantar del aguacero

que hizo casi legal su abrazo en tu cintura.

Y tú apareces en mi ventana,

suave y pequeña, con alas blancas.

Yo ni respiro para que duermas

y no te vayas.

Qué maneras más curiosas

de recordar tiene uno,

qué maneras más curiosas:

hoy recuerdo mariposas

que ayer sólo fueron humo.

Mariposas, mariposas

que emergieron de lo oscuro

bailarinas, silenciosas.

Tu tiempo es ahora una mariposa,

navecita blanca, delgada, nerviosa.

Siglos atrás inundaron un segundo

debajo del cielo, encima del mundo.

Así eras tú en aquellas tardes divertidas,

así eras tú de furibunda compañera.

Eras como esos días en que eres la vida

y todo lo que tocas se hace primavera.

¡Ay mariposa!, tú eres el alma

de los guerreros que aman y cantan

y eres el nuevo ser que (hoy) se asoma

por mi garganta.

(1971)