Canción para mi soldado

Si caigo en el camino

hagan cantar mi fusil

y ensánchenle su destino

porque él no debe morir.

Si caigo en el camino

—como puede suceder—

que siga el canto mi amigo,

cumpliendo con su deber.

La muerte pone un silbido

en los oídos del hombre,

canto que no tiene nombre,

canción que busca su tino,

voz de la selva, destino

simple de hombre militante,

el trono de los instantes,

ley suprema de la suerte,

coro que manda la muerte

con su palabra quemante.

Canción para mi soldado

es la que quiero cantar

y con ella confesar

que es un canto enamorado,

porque la canta el de al lado,

el de ayer, el de después;

canción que nació una vez

que se navegaba el mundo,

cuando elegimos el rumbo

bajo la estrella del Che.

(1976)