Elegía segunda

(Miguel Hernández - Silvio Rodríguez)

—Me quedaré en España compañero—,

me dijiste con gesto enamorado.

Y al fin sin tu edificio tronante de guerrero

en la hierba de España te has quedado.

De una forma vestida de preclara,

has perdido las plumas y los besos

con el sol español puesto en la cara

y el de Cuba en los huesos.

Ante Pablo los días se abstienen ya y no andan.

No temáis que se extinga su sangre sin objeto

porque éste es de los muertos que crecen y se agrandan

aunque el tiempo devaste su gigante esqueleto.