Hombre (cantada sin relatos)*

De quererte cantar sufro disnea

bastante más allá de los pulmones.

Tu sombra brilla hoy en la pelea

mayor de la conciencia y las razones.

Por ti canto de pecho,

como el sueño en que giro,

y leve, como aún respiro.

Por ti adelanto trecho

a lo que falta en tono

y canto lo que no perdono.

Hombre, hombre y amigo,

aún queda para estar contigo.

Hombre, hombre sin templo

desciende a mi ciudad tu ejemplo.

Supiste cabalgar contra quien odia

desde su torre de odio y exterminio,

pero, en mi parecer, te dio más gloria

el alma que tallaste a tu dominio.

La medicina escasa,

la más insuficiente

es la de remediar la mente.

Y la demencia pasa

risueña cuando engaña,

cual odio de la propia entraña.

Hombre sin apellido,

un poco de piedad te pido.

Hombre, ay, todavía,

que un tanto más allá está el día.

De la melena inculta a la calvicie,

del número inicial al incontable,

desde la tumba hasta la superficie,

tras breve veinte tan multiplicable,

me viene un canto alado

de fiebres de la infancia,

me sale la invención del ansia,

y entero y mutilado,

furiosamente a besos,

doy este corazón travieso.

Hombre, hombre sin muerte,

la noche respiró tu suerte,

hombre de buen destino,

y hay luces puestas en camino.

(1987)

* Del documental "Por quien merece amor".