El viejo obrero

Después de las labores,

ahora voy a estudiar.

Se fueron los patrones,

vinieron a enseñar.

Yo, que no leo bien,

yo, que veo tan mal,

yo, que tan sólo sé

vivir de trabajar.

Mis ojos sólo han visto

tierra de mi sudor.

Ahora, que ven los libros,

sé por qué alumbra el sol.

Yo, que no leo bien,

yo, que veo tan mal,

yo, que tan sólo sé

vivir de trabajar.

Mi mano está muy dura

de construir el pan.

Cuando mi idea la alcance,

¿a dónde llegarán?

Yo, que no leo bien,

yo, que veo tan mal,

yo, que tan sólo sé

vivir de trabajar.

Soy dueño de la rueda

y del viejo azadón

pero, según mi escuela,

soy más que emperador.

Yo, que no leo bien,

yo, que veo tan mal,

yo, que tan sólo sé

vivir de trabajar.