La espada roja

Para una guerra

cantando en otra tierra

en busca de belleza

donde partí.

Allá en mis muros

un porvenir seguro

dejaba yo a los míos

cuando fui.

¡Cuánta miseria,

cuánta barbarie y piedra!

Sufriendo a mis hermanos

yo encontré.

Y me crecieron

dolores justicieros

que como roja espada

levanté.

¡Ay! ¡Roja espada,

qué bella y que alada,

que pura y sagrada

tu vas!

Toda la sangre

te brilla y te arde

cantando tu canción

de la verdad.

¡Ay! Roja espada

de causa encantada,

de lucha enconada

y tenaz.

Yo te deseo,

te canto y te creo

tanto que no veo

más porvenir que el fuego.

Yo seré el brazo

que te empuñará.