Ven

(José Jacinto Milanés - José María Vitier)

Ven,

¡Oh! Cándida tarde: en el zafiro

inmensurable y nítido del cielo,

tiende en alas levísimas el giro

del almo y blando y delicioso vuelo.

Yo por tu lumbre mágica suspiro;

por el céfiro dulce y por el velo

de púrpura gentil que lindamente

engalanando quedará tu frente.

Ven.

Pendiente de un mirar, de una sonrisa,

encantado en el ámbar de un suspiro,

no imaginaba, ¡Oh tarde!, que en tu brisa

la magia respirara que respiro.

Perdón mágica diosa: ya divisa

mi espíritu mi error. Ya cuando miro

tu faz, envuelta en infalible encanto,

me asalta dulce y delicioso el llanto.

Ven.