La ilusión

No me hago ilusiones contigo

no me quiero ese cruel despertar

pero existen segundos

en que el resto del mundo

oscurece y te veo brillar,

en esa hora exacta

tu belleza me rapta

y sin fuerzas me dejo llevar.

Paso unas cortinas titilantes

vivo de otra luz de realidad

y en el nuevo espacio alucinante

canto sin pudor ni vanidad

y de nuevo aprendo que un instante

queda a veces más que la verdad.

Entonces me siento renacido

a pesar de cada ingratitud

como un viejo tronco florecido

que de nuevo estrena la salud

vale ser tan mortalmente herido

cuando la agonía es la virtud.

No me hago ilusiones contigo

pero cuando extravío la razón

una obra de arte

aparece al mirarte

alumbrada de fascinación

y con la suerte echada

va mi alma robada

por el goce que da la ilusión.

(1990)