Del sueño a la poesía

Un mundo de contrahechos

se esparce en la cartulina,

bordado con punta fina

como los pelos del pecho.

País en que los deshechos

son amados todavía

es la comarca sombría

donde la luz se perdona,

porque allí van las personas

del sueño a la poesía.

En un sofá diminuto

posa minúscula gente.

Unos sonríen al lente,

otros cuentan los minutos.

Bichejos de rostro enjuto

se asoman a celosías

y carroñeras arpías

prestan garras al retablo,

mientras hace redonda el diablo

del sueño a la poesía.

Un pavorreal se pasea

por un desván en penumbras

y a su paso, que deslumbra,

la oscuridad se voltea.

¿Qué transformó pluma en tea

de apariciones umbrías?

¿Qué pasión, qué melodía

tocó el corazón humano

para conducir la mano

del sueño a la poesía?

(1993)