Sólo el amor

Debes amar la arcilla que va en tus manos.

Debes amar su arena hasta la locura.

Y si no, no la emprendas que será en vano:

sólo el amor alumbra lo que perdura,

sólo el amor convierte en milagro el barro.

Debes amar el tiempo de los intentos.

Debes amar la hora que nunca brilla.

Y si no, no pretendas tocar lo cierto:

sólo el amor engendra la maravilla,

sólo el amor consigue encender lo muerto.

(1978)